Expresidente Fujimori clama por su vida tras perder indulto
QUITO (AP) Un debilitado expresidente Alberto Fujimori lanzó el jueves un dramático llamado por su vida desde la cama de un hospital, después de que se le anulase un indulto humanitario que lo obliga a regresar a la cárcel para cumplir una larga condena por abusos contra los derechos humanos.
El otrora hombre fuerte peruano de 80 años aparece en un vídeo implorando al presidente Martín Vizcarra y al Poder Judicial que no lo lleven nuevamente a prisión porque, según él, sería condenarlo a muerte.
Quiero decirle a las autoridades y a los políticos, por favor no me usen como arma política porque ya no tengo fuerzas para resistirlo... por favor no me maten, si regreso a prisión, mi corazón no lo va a soportar, está demasiado débil para volver a pasar por lo mismo, afirma en el breve vídeo difundido por el Canal N, local.
No me condenen a muerte ya no doy más... ya no tengo fuerzas para resistirlo, quiero pedirle al presidente (Vizcarra), a los miembros del Poder Judicial, una sola cosa, no me maten, insiste.
Fujimori seguía internado en una clínica limeña custodiada por la policía, al día siguiente en que la Corte Suprema de Justicia revocó el perdón que se le concedió en diciembre pasado durante el gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczinsky y que llevó a su excarcelación en medio del rechazo de las familias de las víctimas y de organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El octogenario exgobernante, que padece de lesiones pre-cancerígenas según informes médicos, gobernó entre 1990 y 2000. Fue enjuiciado y condenado a 25 años de cárcel en 2009 por el caso de la matanza de 25 peruanos en la década de 1990.
Kuczynski, en una entrevista con el diario El Comercio de Lima, cuestionó la revocatoria del indulto. Es una pérdida... porque yo he seguido la Constitución y me están deshaciendo una decisión absolutamente legal. ¿Controversial? Sin duda, pero legal.
Cuando Fujimori regrese a prisión seguirá enfrentando, además, un nuevo juicio por el asesinato de seis peruanos registrado por un grupo de militares que fue el mismo que ejecutó extrajudicialmente a las 25 personas por las que había sido condenado en 2009.
Las víctimas, entre ellas un niño de 8 años, fueron asesinadas entre 1991 y 1992 en medio de la guerra sucia con la que una parte de las fuerzas de seguridad respondió a los ataques del grupo terrorista Sendero Luminoso durante el conflicto armado interno en Perú.