Libertadores define a sus semifinalistas
BUENOS AIRES (AP) Un duelo que concentra todas las miradas, un técnico que se juega el puesto y dos series que parecen juzgadas pero que podrían deparar alguna sorpresa enmarcan una semana de revanchas en los cuartos de final de la Copa Libertadores.
River Plate recibirá el martes a Independiente tras el empate sin goles del duelo de ida, en uno de los juegos más intensos de la fase eliminatoria que tuvo a los dos arqueros como máximas figuras.
Los millonarios corren con cierto favoritismo porque vienen de dos resonantes victorias en la liga argentina, una nada menos que ante su clásico rival Boca Juniors. En ese encuentro, además, parecer haber encontrado el punto ideal que pretende el entrenador Marcelo Gallardo.
El único aspecto negativo para los locales será la probable ausencia de Gonzalo Martínez, una de las figuras del equipo que se recupera de un desgarro.
Independiente dejó actuaciones poco convincentes en el campeonato local, aunque con formaciones mixtas ya que su técnico Ariel Holan priorizó cuidar algunos titulares pensando en la revancha ante River.
Pero una de las grandes virtudes del estratega ha sido posicionar nuevamente al Rojo en el plano internacional y recuperar la mística que lo llevó a convertirse en el Rey de Copas con siete Libertadores en sus vitrinas.
Independiente además cuenta con la ventaja que de terminar el marcador empatado con goles clasificaría a las semifinales.
El vencedor de este duelo esperará por la definición entre el último campeón Gremio y Atlético de Tucumán. Los brasileños se impusieron de visitante 2-0 en la ida y tienen media clasificación en el bolsillo.
Pero en su corta historia en torneos internacionales, el Decano ha protagonizado varias hazañas que mantienen ilusionados a sus hinchas. En esta edición, por ejemplo, fue el primer equipo argentino que ganó en La Paz, Bolivia, después de 48 años. Y en octavos de final despachó a un histórico del certamen como Atlético Nacional de Colombia.
Boca Juniors aventaja 2-0 a Cruzeiro, pero lejos de sentirse favorito para la revancha el jueves en Belo Horizonte está sumergido en una crisis de confianza tras la derrota en el clásico ante River Plate y luego la eliminación de la Copa Argentina.
La Copa Libertadores es una obsesión para Boca, que aspira a cortar una racha de 11 años sin levantarla. Para la etapa decisiva del certamen invirtió más de 10 millones de dólares en refuerzos, como el delantero Mauro Zárate, el defensor Carlos Izquierdoz y el arquero Esteban Andrada.
En este contexto, una temprana eliminación dejaría al técnico Guillermo Barros Schelotto, ídolo boquense, sin crédito para renovar su contrato a fin de año.
La revancha viene precedida por la polémica decisión de la Conmebol de dejar sin efecto la suspensión del brasileño Dedé en el partido de ida. El defensor había sido expulsado por el árbitro Eber Aquino tras el violento choque contra el arquero Andrada en el área boquense.
El silbante, que se valió del VAR, consideró que el futbolista brasileño fue imprudente al buscar el cabezazo y chocar con la mandíbula de Andrada, provocándole una fractura que le demandará dos meses de recuperación.
El sobreviviente de esta serie tendrá por rival al vencedor del cruce entre Palmeiras y Colo Colo el miércoles. Los dirigidos por Luiz Scolari ganaron 2-0 en Santiago.
El Cacique sufrirá la sensible baja de su delantero Esteban Paredes por una lesión muscular.