Díaz-Canel se estrena en la ONU y señala hostilidad de EEUU
NACIONES UNIDAS (AP) Con señalamientos a la política estadounidense de alimentar la hostilidad hacia Cuba, demandas por un orden mundial más justo y la reafirmación del socialismo, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel se estrenó el miércoles en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Díaz-Canel, un ingeniero de 58 años que en abril sucedió a Raúl Castro, se subió el miércoles al mismo podio en el cual estuvieron muchos de los dirigentes históricos revolucionarios como Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, para explicarle a los países del orbe que un diálogo de su nación con Washington solo será posible si no se le imponen condiciones.
El gobierno de los Estados Unidos mantiene hacia Cuba una retórica agresiva y una política dirigida a subvertir el sistema y político, social y cultural de mi país, expresó de manera encendida Díaz-Canel en un discurso leído de casi media hora. Se ha dedicado a fabricar artificialmente con falsos pretextos escenarios de tensión y hostilidad que a nadie benefician.
Sin mencionarlo, Díaz-Canel se refirió a las sanciones impuestas el año pasado por la administración del mandatario Donald Trump luego de acusar a la isla de no proteger a sus diplomáticos de una serie de supuestos ataque sónicos que hasta ahora no han sido explicados científicamente.
Cuba y Estados Unidos se encuentran en el nivel político más bajo de sus relaciones luego de que Barack Obama y Raúl Castro restablecieran nexos diplomáticos, aunque el antiguo titular de la Casa Blanca no logró que el Congreso de su país levantara el embargo comercial y financiero contra La Habana.
Díaz-Canel tomó varios minutos de su discurso para reafirmar su confianza en el socialismo e hizo énfasis en que temas como la miseria, la falta de recursos básicos y el analfabetismo que reaparecen una y otra vez en Naciones Unidas son productos del sistema capitalista.
Esas realidades no son frutos del socialismo... son consecuencia del capitalismo y especialmente del imperialismo y el neoliberalismo, del egoísmo y la exclusión que acompaña a este sistema, manifestó el mandatario cubano. Y de un paradigma económico, político, social y cultural que privilegia la acumulación de la riqueza en pocas manos.
A su vez salió al cruce de cualquier especulación sobre que su ascenso al poder en la isla signifique un cambio del modelo socialista iniciado con la revolución en 1959.
El cambio generacional en nuestro gobierno no debe ilusionar a los adversarios de la revolución, somos la continuidad, no la ruptura, manifestó Díaz-Canel quien además levantó muchas de las banderas de sus predecesores revolucionarios como su solidaridad con Venezuela, con el encarcelado exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y la causa palestina.