España niega extradición a acusado de espionaje bancario
MADRID (AP) La justicia española negó el martes la extradición a un ex empleado del banco HSBC para cumplir una sentencia de cinco años en Suiza, donde fue hallado culpable de espionaje económico por filtrar datos que llevaron a decenas de pesquisas de evasión fiscal en el mundo.
Es la segunda ocasión que la Audiencia Nacional de España se niega a extraditar a Herve Falciani, un francoitaliano experto en informática que en 2008 filtró decenas de miles de registros de clientes de HSBC quienes supuestamente utilizaron la sucursal suiza del banco para evadir impuestos. Fue condenado in absentia en 2015 por violar la ley del secreto financiero en Suiza.
Un panel de tres jueces en la Audiencia Nacional bloqueó la extradición de Falciani, resolviendo que una solicitud anterior de extradición fue rechazada en 2013 porque el "espionaje económico agravado" no es un delito en España.
Los jueces también dijeron que Falciani no reveló ningún secreto porque solo compartió la información con las autoridades que iniciaron investigaciones en decenas de países, incluido España.
Falciani, de 46 años, fue arrestado por primera vez en España en 2012. Pasó 170 días en prisión antes de ser liberado. En abril, fue de nuevo arrestado en Madrid, en un intento renovado de las autoridades suizas por obligarlo a cumplir su sentencia.
Falciani ha declarado que el gobierno español anterior, que era conservador, lo arrestó para utilizarlo como moneda de cambio en las peticiones para extraditar a políticos catalanes separatistas que estaban en Suiza.
En una entrevista con The Associated Press la semana pasada, dijo que, después de un respiro en su caso, la única explicación de su arresto de este año era una motivación política.
Alegó que la iniciativa para arrestarlo no provino de las autoridades suizas. El gobierno español niega las acusaciones.
Falciani dijo que los últimos cinco años de libertad le permitieron trabajar con fiscales anticorrupción en el país y en otras partes, ayudando a Francia a recuperar millones de euros en multas y a las autoridades belgas a abrir una enorme investigación en el mercado de diamantes.