Católicos opinarán sobre temas relacionados a Iglesia
CIUDAD DEL VATICANO (AP) El papa Francisco decretó el martes que los católicos ordinarios deben ser consultados en relación con los temas a los que se enfrenta la Iglesia y que los obispos que tienen reuniones periódicas pueden tomar decisiones vinculantes sobre doctrinas oficiales.
El pontífice publicó nuevas directrices para reformar el Sínodo de los Obispos, el cuerpo de consulta establecido hace 50 años para dar a los papas una forma organizada de juntar a los obispos para debatir los problemas a los que se enfrenta la Iglesia.
En el pasado, los sínodos eran largas reuniones donde los clérigos hacían propuestas no vinculantes para que el papa las considerara en el futuro. Las nuevas normas dicen que el documento final de los obispos se convertirá en parte de su doctrina oficial, o magisterium, pero sólo si el pontífice lo aprueba.
El papa puede ayudar a garantizar el resultado de otra manera, al nombrar a los miembros del secretariado del sínodo, de la comisión de redacción preliminar y del mismo sínodo, cuyos miembros sólo son responsables de alcanzar una unanimidad moral al votar por el documento final.
Francisco ha tratado de fomentar el debate en los sínodos, y sus encuentros familiares de 2014 y 2015 se tornaron polémicos al abordar temas como si los católicos divorciados o vueltos a casar pueden recibir la comunión.
Muchos conservadores acusaron a Francisco de ir más allá de lo que los participantes del sínodo habían acordado en su documento subsecuente, al abrir la puerta para dejar que estos católicos reciban los sacramentos.
En la reforma, Francisco también estableció un proceso de consulta a los feligreses ante un sínodo, tal como lo hizo él informalmente para la reunión familiar y el próximo sínodo dedicado a los jóvenes.
Los cuestionarios enviados no sólo pidieron a los creyentes ordinarios que comenten sobre una serie de asuntos, entre ellos la sexualidad y homosexualidad, el Vaticano organizó una conferencia previa para la gente joven en Roma para que el Vaticano pudiera recibir las opiniones en persona antes de la reunión que se llevará a cabo del 3 al 28 de octubre.
El cardenal Lorenzo Baldisseri, quien dirige la oficina sinodal, dijo que los cambios eran consecuentes con los esfuerzos de Francisco para hacer que la Iglesia sea más "sinodal" y descentralizar la unidad con los obispos de todo el mundo. Al mismo tiempo, los cambios reflejan el papel fundamental de la "gente de Dios" en las iglesias, dijo.