Concluye búsqueda de orca enferma; la declaran muerta
SEATTLE (AP) Los esfuerzos para encontrar a una joven orca enferma, perteneciente a una población del noroeste del Pacífico en peligro de extinción, fracasaron el jueves y un científico que monitorea a los cetáceos la declaró muerta.
Las noticias desalentadoras reducen a 74 ejemplares la población de orcas residentes del sur, que no han podido reproducirse con éxito en los últimos tres años. Las orcas han resultado afectadas por la contaminación, el ruido de los barcos y, sobre todo, por la escasez de su presa preferida, el salmón Chinook, a causa de las represas, la pérdida de hábitat y la pesca excesiva.
Estamos viendo cómo una población se dirige a la extinción, dijo Ken Balcomb del Centro de Investigación de Ballenas. A menos de que hagamos algo con respecto a la recuperación del salmón, no vamos a tener estas ballenas en el futuro.
Las orcas se encuentran en tan mal estado que los expertos prepararon esfuerzos de último momento para salvar al ejemplar de casi 4 años, conocido como J50. Un veterinario le disparó sin éxito un dardo lleno de antibiótico y los científicos incluso sopesaron la posibilidad de capturarla para brindarle atención por lombrices parasitarias.
No se ha visto a J50 desde el pasado viernes. Mientras los equipos la buscaban el jueves, nuevamente no apareció con su manada, pese a que había condiciones favorables de observación. Balcomb, quien monitorea a las orcas para el gobierno de Estados Unidos, la declaró muerta el jueves por la tarde.
Barcos y aviones de Estados Unidos y Canadá buscan al cetáceo y se alertó a una red de personas que responde a los reportes de mamíferos marinos encallados, dijo Michael Milstein, portavoz del Servicio Nacional de Pesca Marítima.
Los expertos de orcas temían que el ejemplar estuviera muerto a principios del mes cuando J50 se rezagó de su familia y desapareció. Sin embargo, se le vio poco después nadando con su manada.
Las distintivas orcas, conocidas como orcas residentes del sur, han tenido problemas desde que fueron enlistadas como una especie en peligro de extinción en Estados Unidos y Canadá hace más de una década.
Las cifras de ejemplares están en su nivel más bajo en más de tres décadas.
Otra orca de la misma manada, conocida como J35, conmovió a personas de todo el mundo hace unos meses cuando mantuvo a flote el cadáver de su cría durante más de dos semanas.
El mensaje, señaló el Centro de Investigación de Ballenas en una publicación, es que la extinción se avecina mientras que los humanos organizan grupos de trabajo y conferencias que resultan en nada, o menos que nada, desviando la atención y los recursos para resolver los problemas ambientales subyacentes.
Los científicos comenzaron a preocuparse por J50 en julio. Los equipos soltaron salmón vivo de un bote mientras J50 y su manada nadaban detrás, en una prueba para ver si se podían utilizar los peces como vía para medicar a los cetáceos.
Imágenes tomadas por drones a principios del mes mostraron a J50 mucho más delgada de lo que estaba el año pasado. La condición de su madre, J16, también se ha deteriorado en las últimas semanas.