Pese a cifras, presidente defiende mejoras en Rio de Janeiro
RIO DE JANEIRO (AP) A contramano de los últimos datos oficiales conocidos y de la caída en la percepción que la población tiene sobre la medida, el presidente brasileño Michel Temer defendió el rumbo de la intervención federal en la seguridad de Río de Janeiro y consideró que los resultados fueron positivos.
Llevamos tres meses, como máximo cuatro de intervención, porque los primeros dos sirvieron para organizar la medida. Y en esos tres o cuatro meses de efectiva actividad los índices de combate a la criminalidad son extraordinarios, dijo Temer el jueves.
En febrero pasado, luego de un carnaval marcado por varios hechos delictivos, el presidente delegó a las fuerzas armadas la seguridad de Río de Janeiro para intentar contener la onda de violencia que golpea al Estado. La medida, de carácter excepcional, fue pautada hasta el 31 de diciembre.
Temer habló con la prensa luego de una reunión de seguimiento de la intervención en Río. Acompañado por algunos de sus ministros y por el gobernador Luiz Fernando Pezão, el mandatario recibió el balance presentado por el gabinete militar a cargo de las operaciones, encabezado por el general Walter Braga Netto.
En los últimos días creció exponencialmente el número de prisiones. Las aprehensiones de cocaína y marihuana crecieron sustancialmente. Estamos muy satisfechos por haber decretado esta intervención, agregó el presidente, quien incluso aseguró, sin dar nombres, que en su despacho ha recibido a otros gobernadores que también piden intervención para sus estados.
Al término de la conferencia de prensa, el equipo de asesores de Temer presentó en la sala un cartel con algunos indicadores de criminalidad referentes a agosto. No obstante, los últimos indicadores oficiales hechos públicos, luego de seis meses de intervención, son alarmantes. Según el Instituto de Seguridad Pública, si bien entre julio de 2017 y julio de 2018 disminuyeron los robos de vehículos 29% y de cargas 19%, aumentaron las muertes violentas 9% y los crímenes que ocurren en acciones policiales se elevaron hasta 105%.
Nadie que haga un análisis serio del problema puede decir que los números son extraordinarios si elige como principal objetivo preservar vidas, dijo a The Associated Press Pablo Nunes, investigador del Observatorio de la Intervención de la Universidad Candido Mendes.
Un aspecto cuestionable de la intervención ha sido el aumento de la letalidad de las fuerzas de seguridad. Entre febrero y julio de este año hubo 2.617 crímenes y 736 muertos por la policía en operaciones (el año pasado en el mismo periodo fueron 547). stas han generado bajas incluso entre los militares. Por primera vez desde febrero, este mes tres militares perdieron la vida en una misma operación, en el Complexo de Alemão.
La percepción de la población sobre la medida ha empeorado. Según una encuesta de la encuestadora privada Datafolha publicada la semana pasada, en marzo 76% de los cariocas apoyaba la intervención pero ahora ese número cayó a 66%.
Si un determinado acto tiene más de la mitad de aprobación de la población significa que es extremadamente favorable. Un apoyo de 66% debe ser conmemorado, dijo Temer refiriéndose al sondeo.
Hay muchos robos y muchas matanzas, veo que nadie respeta a nadie. La situación empeoró con la intervención, aseguró a la AP Estela Maris de Oliveira, una trabajadora doméstica desempleada de 50 años. Para Oliveira, con los enfrentamientos más rutinarios está muriendo mucha gente inocente.
En cambio, Jeffesor Paiva, óptico de 41 años, piensa que la intervención está comenzando a surtir efecto. Si bien reconoció que puede haber excesos de la policía, Paiva aseguró que no hay otra manera de enfrentar el delito: Ahora vemos al ejército en la calle de verdad, haciendo lo que hay que hacer. Siempre va a haber algún herido inocente, pero por un bien mayor tenemos que pasar por esto.