Crecen territorialmente las favelas en Río de Janeiro
RIO DE JANEIRO (AP) Consagradas en los cartones postales como símbolos de la ciudad junto con el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar, las favelas de Río de Janeiro crecen cada vez más.
De acuerdo con un estudio del Instituto Pereira Passos (IPP) publicado este martes, los asentamientos caracterizados por casas precarias en ocupaciones clandestinas y carentes de servicios básicos tuvieron el año pasado su mayor expansión territorial desde 2012.
En superficie, las favelas cariocas crecieron más de 300 mil metros cuadrados en un año. De acuerdo con datos del Instituto de Geografía y Estadística Brasileño (IGBE), de los 162 barrios de la ciudad en 139 hay favelas, en su mayoría apostadas sobre morros.
Especialistas consultados por la AP destacaron el impacto de la crisis económica y el empobrecimiento de la población acompañada por la falta de una política habitacional del gobierno como factores que alimentan el fenómeno de favelización.
Fue un crecimiento leve, de cerca de 1% en la superficie total, que es fruto de la realidad económica y de un déficit estructural histórico que es difícil cambiar de un momento para otro, dijo a The Associated Press Luis Roberto Arueira, director técnico del IPP.
Arueira destacó que el informe sólo contempla el crecimiento en sentido horizontal, es decir, no considera las edificaciones que se hacen en altura, con visible crecimiento en algunas de las comunidades más populosas en el último tiempo.
Río de Janeiro es la ciudad de Brasil con mayor cantidad de población de favela. Cerca del 22% de su población total --unas seis millones de personas-- viven en comunidades precarias.
Vivimos una crisis muy agresiva, que destruye empleos y empobrece a la población y, de forma general, la población de baja renta es quien más sufre y quien vive en favelas, dijo Álvaro Ferreira, profesor de Geografía urbana en la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ).
En Brasil, desde los años 70 no hay una política destinada a esa franja, agregó.
Ferreira dijo también que el último programa habitacional célebre, lanzado en 2009 durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva --conocido como Mi casa, mi vida-- alcanzó población de clase media-baja, pero no tuvo impacto entre los brasileños de menores ingresos. El crecimiento de las favelas es un espejo de la falta de política habitacional.
Las favelas de Río, escenario de célebres películas y videos musicales, se popularizaron como atracción turística a partir de 2008 con el comienzo del período conocido como pacificación.
Mediante la instalación de bases policiales dentro de los morros, el gobierno pretendía terminar con la violencia y el narcotráfico.
Tras un comienzo auspicioso, el sistema colapsó de la mano de una severa crisis económica y fiscal en el estado que acabó en un deterioro de la seguridad pública, puesta de relieve este año con la intervención militar decretada por el presidente Michel Temer. La mayoría de los morros volvieron a ser territorios hostiles para visitar, muchos de ellos tomados por bandas de narcotraficantes y milicias.