Albania, Irlanda y obispos recibirán a migrantes varados
ROMA (AP) Obispos católicos, Albania e Irlanda aceptaron recibir a los 140 migrantes varados a bordo de un guardacostas italiano, señaló el sábado el primer ministro Giuseppe Conte al anunciar el fin de una crisis de 10 días en torno a los buscadores de asilo. Sin embargo, el premier dejó claro que Italia está muy molesta por lo que considera una falta de solidaridad general de la Unión Europea y podría desquitarse no aprobando el próximo presupuesto multianual del bloque.
Italia debe prestar atención de que el espíritu de solidaridad está batallando para traducirse en acciones concretas, afirmó Conte en un comunicado. Conte se refirió a las promesas realizadas por la Unión Europea (UE) durante una cumbre efectuada en junio pasado de ayudar a Italia y otros países con costas que dan al Mediterráneo a enfrentar la carga de los migrantes rescatados de frágiles embarcaciones de traficantes de personas.
En su calidad de jefe de un gobierno populista de coalición, integrado hace casi tres meses, Conte dijo que, bajo las condiciones actuales, Italia no considera que sea posible manifestar su adhesión a un proyecto presupuestario que sustenta una política demasiado incoherente a nivel social.
Durante la semana, algunos sectores del gobierno italiano advirtieron que retendrían las aportaciones a la UE por casi 20.000 millones de euros (23.000 millones de dólares) si las naciones integrantes rehusaban recibir al último grupo de migrantes rescatados que había llegado a Italia. Bruselas recordó tajantemente a Italia que estaba obligada por ley a entregar su contribución.
El ministro del Interior, Matteo Salvini, que dirige al antiinmigrante Partido Liga, rehusó permitir el descenso de los migrantes del guardacostas Diciotti hasta que otras naciones se comprometieran a recibir a esos solicitantes de asilo, la mayoría jóvenes procedentes de Eritrea.
Antes de que Conte anunciara la solución del drama, Salvini declaró ante simpatizantes del partido durante un acto político en el norte de Italia que un fiscal en Sicilia, Luigi Patronaggio, habría emprendido una investigación en su contra por no permitir el desembarco de los migrantes.
Si el fiscal quiere interrogarme o incluso arrestarme por defender las fronteras y seguridad de mi país, estoy orgulloso de ello, aseveró Salvini en un tuit. Muchos de sus simpatizantes responsabilizan a los migrantes de diversos actos de delincuencia.
Durante la semana, la oficina gubernamental de derechos para personas detenidas determinó que el gobierno retenía injustamente a los migrantes.
Salvini se apuntó el mérito de convencer a obispos para que recibieran a muchos de los migrantes. Los obispos aceptaron abrir sus puertas, su corazón y su cartera, afirmó ante el acto político.
Otras 50 de las 190 personas que el guardacostas italiano rescató en el mar el 16 de agosto recibieron autorización para desembarcar, entre ellas todos los menores y adultos enfermos.
Horas antes del anuncio de Conte, ambulancias de la Cruz Roja italiana que aguardaban en el muelle se llevaron a seis hombres enfermos, al parecer de tuberculosis, neumonía y otras infecciones, y a siete de las 11 mujeres que continuaban a bordo.
Antes, el alto comisionado de la ONU para los refugiados, Filippo Grandi, había dicho en Ginebra que era de poner fin a una competencia para ver quién se hace menos responsable de la gente rescatada en el mar.
Exhortó a los países europeos a hacer lo correcto y ofrecer lugares de asilo a las personas rescatadas del mar Mediterráneo en el momento que más lo necesitan.
El funcionario de la Cruz Roja local Stefano Principato dijo a la prensa que el Ministerio de Salud había ordenado una inspección sanitaria. Los migrantes dormían en la cubierta desde el 16 de agosto y debían soportar un sol implacable y escasas instalaciones sanitarias.