Mujeres opositoras quieren aborto libre en Chile
SANTIAGO DE CHILE (AP) Un grupo de diputadas izquierdistas presentó el martes en el Congreso chileno un proyecto de ley para la legalización del aborto hasta las 14 semanas de gestación.
La propuesta coincide con el primer aniversario de la aprobación de la interrupción del embarazo por tres causales: que sea resultado de una violación, la inviabilidad del feto y el peligro de vida de la madre.
La presentación se realizó en la Cámara de Diputados del Congreso bicameral cuya sede está en la ciudad de Valparaíso, 120 kilómetros al noroeste de Santiago, en medio de los gritos de quienes agitaban y pañuelos verdes, favorables al aborto libre, y celestes, que se oponen.
Es una realidad de la cual tenemos que hacernos cargo, señaló la diputada socialista Daniella Cicardini, en alusión a que las mujeres de escasos recursos se someten a abortos clandestinos e insalubres mientras las acomodadas viajan al extranjero a realizarse la práctica.
Su colega Maite Orsini agregó que no puede ser que niñas, adolescentes y mujeres sean criminalizadas y llevadas a la cárcel por abortar. Creemos que eso es contrario al sentido común.
Desde el segundo piso de la cámara colgaba un gigantesco pañuelo verde en el que se leía: Juntas somos poderosas.
Los diputados oficialistas abogaron por la vida del niño por nacer. El diputado conservador Juan Antonio Coloma, acompañado por un grupo provida, anunció que presentarán una reforma constitucional que busca que quede expresamente protegida la vida del que está por nacer.
Eduardo Durán, líder de los diputados evangélicos que lucía un pañuelo celeste, declaró que el aborto en tres causales era solo una excusa de la izquierda progresista para llevarnos a una ley de aborto libre.
En ese sentido, agregó, el país tiene que tomar la decisión entre defender la vida del que está por nacer... o simplemente desecharla.
El presidente centroderechista Sebastián Piñera rechaza el aborto libre al igual que la Iglesia Católica, que presionó contra la ley que permitió la interrupción del embarazo en algunos casos. Pero es poco probable que esta vez la Iglesia tenga un papel destacado en el debate ya que se encuentra sumida en el escándalo de los abusos sexuales de menores cometidos por religiosos.
Además, desde hace algunos años ha caído la cantidad de fieles católicos en Chile que, según la encuestadora privada Latinobarómetro, se ubican por debajo del 50% mientras crece el número de ateos o agnósticos.
El Congreso chileno ha sido históricamente lento para aprobar leyes civiles fundamentales. La aprobación del divorcio, por ejemplo, tomó ocho años y la del aborto por tres causales casi cuatro años.