Toyota registra ganancias récord en el primer trimestre
TOKIO (AP) Las ventas de Toyota Motor Corp. tuvieron un desempeño mejor de lo esperado en el último trimestre. La fabricante automotriz informó el viernes que sus ganancias trimestrales subieron 7,2% a un récord de 657.300 millones de yenes (5.900 millones de dólares), gracias a las fuertes ventas en Estados Unidos y otros países fuera de Japón.
El fabricante de los modelos de lujo Camry sedán, Prius híbrido y Lexus dijo que las ventas aumentaron 4,5%, también a un récord, de 7,4 billones de yenes (66.000 millones de dólares). El beneficio de Toyota en el mismo trimestre del año anterior fue de 613.000 millones de yenes.
Los resultados fueron mejores de lo esperado dadas las tendencias recientes en el mercado estadounidense y japonés, donde las ventas de Toyota cayeron en el trimestre abril-junio, en casi 34.000 unidades.
Recortes de costos también le ayudaron a recortar 60.000 millones de yenes (537 millones de dólares) en gastos, dijo la compañía en un comunicado.
Con la incertidumbre sobre posibles aumentos de parte de Estados Unidos en los aranceles que aplica a los productos que importa de otros países, la compañía japonesa mantuvo su pronóstico de ganancias para todo el año en 2,12 billones de yenes (66.000 millones de dólares) y redujo aún más su pronóstico de ventas globales, a 8,9 millones de vehículos de los 8,95 millones de unidades calculadas anteriormente.
Dijo que esas previsiones no tienen en cuenta posibles alzas de aranceles u otros cambios similares.
Toyota ha invertido fuertemente en sus fábricas en Estados Unidos, lo que podría ayudarle a aliviar su temor de aranceles más altos. Sin embargo, todos los grandes fabricantes de automóviles japoneses se verían perjudicados si el gobierno del presidente Donald Trump sigue adelante con sus amenazas de imponer aranceles del 25% a las importaciones de automóviles y autopartes.
Toyota ha estado cabildeando en contra de la subida de los aranceles. Dice que los impuestos a la importación más altos aumentarían los precios de los vehículos en por lo menos varios miles de dólares cada uno y que podrían amenazar los empleos de sus 137.000 trabajadores en Estados Unidos.
