Política comercial de Trump contradice ortodoxia republicana
WASHINGTON (AP) Las políticas comerciales de Donald Trump van en contra de todo lo que postula la ortodoxia republicana, incluidas sus tarifas a las importaciones y los 12.000 millones de dólares de ayuda al campo que representan el tipo de intervención gubernamental que ese partido tanto resiste.
El presidente George W. Bush hijo aumentó la cantidad de países con los que Estados Unidos firmó tratados de libre comercio de tres a 16. Ronald Reagan firmó un importante acuerdo comercial con Canadá que después dio paso al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, incorporando a México. Esos dos presidente republicanos impusieron algunas tarifas a las importaciones, pero su actitud hacia el comercio fue mayormente positiva.
Tenemos que cuidarnos de los demagogos siempre dispuestos a declarar guerras comerciales contra nuestros amigos, debilitando nuestra economía, nuestra seguridad nacional y todo el mundo libre, mientras hacen ondear cínicamente la bandera estadounidense, dijo Reagan en un discurso radial en 1988.
Trump ha dicho que el TLCAN es probablemente el peor acuerdo comercial jamás firmado y su gobierno ha decidido usar las tarifas para buscar acuerdos más favorables con casi todos los socios comerciales grandes de Estados Unidos. Desconoció el acuerdo comercial que el gobierno de Barack Obama negoció con los países de la cuenca del Pacífico, que tenía fuerte apoyo del sector agrícola y de los grandes ejecutivos de las principales empresas estadounidenses.
Los republicanos, por otro lado, ya no dan tanta importancia al pago de la deuda nacional, un tema que usaron en contra de Obama cuando el país salía de la crisis del 2008. Nuestra nación se acerca a un punto crítico, dijo el representante Paul Ryian, hoy presidente de la cámara baja, en enero del 2011, cuando la deuda ascendía a 14.000 billones de dólares.
Hoy, la Oficina Presupuestaria del Congreso proyecta que la deuda actual de 21.000 billones superará los 33.000 billones en diez años. El estimado señala que las rebajas de impuestos aprobadas en diciembre aumentarán la producción pero agregarán 1.800 billones de dólares a la deuda en la próxima década.
Las cambiantes prioridades no pasan inadvertidas entre algunos republicanos. El representante Mark Sanford, que perdió una reñida elección primaria tras contradecir a Trump en algunos temas, dice que este giro le parece increíblemente destructivo para el partido.
Toma tiempo crear un sello distintivo, pero esos sellos pueden ser disminuidos o destruidos en poco tiempo, y creo que el gobierno está acabando con postulados fundamentales que el partido siempre ha defendido, señalo Sanford. No se habla de la deuda, del déficit y de los gastos del gobierno en estos días. Esos han sido nuestros pilares.
Sanford causó conmoción cuando, como gobernador de Carolina del Sur, dijo que rechazaría el estímulo económico aprobado durante la crisis financiera porque consideraba que el país no debía endeudarse para financiar la recuperación.
Y resulta que ahora tenemos un hipotético rescate de 12.000 millones de dólares y no se dice una palabra, manifestó. Es un giro bastante profundo en no muchos años: Antes cuestionábamos lo que hizo el gobierno de Obama con los rescates y ahora apoyamos la idea de los rescates.
En una entrevista con el programa radial de Sean Hannity, de Fox News, el viernes pasado, Trump dijo que una economía fuerte ayudará a reducir el déficit. Tenemos una deuda de 21.000 billones de dólares. Cuanto esto empiece a funcionar, pagaremos la deuda como si nada.
El gobierno anunció la semana pasada que tomaría dinero prestado del Tesoro para pagar a los productores de soya, sorgo, maíz, trigo, algodón, lácteos y cerdos. Muchos campesinos criticaron las tarifas de Trump por el impacto que han tenido en los precios y los mercados de sus productos.
Algunos legisladores republicanos expresan alarma. No vine aquí a lanzar nuevos programas del gobierno, dijo John Kennedy.
Pero parece poco probable que el Congreso, controlado por los republicanos, trate de bloquear el proyecto de Trump.
Me pregunto, ¿vamos a enfocarnos en un solo sector?. ¿Qué hay del sector industrial? ¿Del sector energético?, expresó la senadora Lisa Murkowski.
Otros, en cambio, apoyan el rescate del campo. El representante Mike Conaway, presidente de la comisión de agricultura de la cámara baja, dijo que era un alivio muy bienvenido.
Es unan batalla que hay que librar, pero nuestros productores tienen que sobrevivir, mientras se libra la batalla, declaró Conaway en alusión a la disputa comercial con China generada por la imposición de tarifas.
Conaway afirma que Trump cambió el modo de pensar de los republicanos en relación con el comercio.
Dijo que impuso la noción de que no está bien dejar que otros se aprovechan de Estados Unidos.
El representante demócrata Dan Kildee señaló que Trump ha cambiado radicalmente el partido en solo dos años.
Este es el partido de Trump. l dice lo que se hace y los demás acatan, indicó Kildee.
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Kevin Freking está en https://twitter.com/APKFreking