Exrebeldes comparecen ante tribunal de paz en Colombia
BOGOTÁ (AP) Vestidos con sacos y camisas de cuello alto, los dirigentes del otrora grupo guerrillero más grande de Colombia comparecieron el viernes por primera vez ante un nuevo tribunal especial de paz para responder a las acusaciones de crímenes de guerra cometidos durante el cruento conflicto que duró cinco décadas.
Estoy aquí a su disposición con una profunda emoción de ver cómo se cristaliza ese sueño que tejimos en La Habana, dijo Rodrigo Londoño, quien con sus anteojos de armazón grande parecía más un profesor que un exrebelde.
La audiencia para el Caso No. 001 duró tres horas y a ella asistieron solo tres de los 31 dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que fueron citados. La mayoría de ellos estuvieron representados por abogados.
Uno de ellos, Seuxis Hernández, compareció por videoconferencia desde el centro de detención donde está recluido bajo cargos de asociación delictuosa por contrabandear cocaína a Estados Unidos.
Estoy en una posición de detención ilegal, afirmó Hernández, quien criticó que no le hubieran permitido comparecer en persona. El audio de la transmisión fue interrumpido al final después de que Hernández agitara un símbolo de paz ante la audiencia.
El tribunal fue establecido como parte del acuerdo de paz suscrito por el gobierno y los dirigentes de las FARC.
El primer caso del tribunal corresponde a secuestros cometidos por los rebeldes de las FARC entre 1993 y 2012, cuando dicha fuerza insurgente amplió su control en el país. Los secuestros eran práctica común para extorsionar a las familias y mostrar que controlaba a la población civil.
Las víctimas incluyeron a políticos famosos como Ingrid Betancourt, que fue secuestrada cuando hacía campaña como candidata presidencial, pero se desconoce las identidades de muchas más.
Los magistrados tienen en su poder documentos del fiscal general de la nación y de organizaciones independientes que proveen información sobre cientos de casos. Una de sus principales tareas será determinar exactamente cuántas personas fueron secuestradas por la guerrilla y qué suerte tuvieron, aunque el número posiblemente sea muy alto para la consideración a fondo de cada caso.
La magistrada Julieta Lemaitre dijo en referencia al primer caso del tribunal que el inicio de esta etapa es un acontecimiento histórico que constituye un paso fundamental en los esfuerzos para poner fin a un conflicto armado.
El informe de la fiscalía no se ha hecho público, pero la estación colombiana BLU Radio obtuvo una copia en la que los investigadores afirman que hubo más de 8.000 víctimas de secuestro. Casi 75% fueron hombres y una cuarta parte, agricultores.
En el informe, al que The Associated Press no ha tenido aún acceso, también se afirma que los rebeldes obtuvieron millones de dólares mediante secuestros.
Luz Marina Monzón, que supervisa la unidad a cargo de encontrar a los desaparecidos, dijo que las autoridades continúan recibiendo solicitudes de asistencia para ubicar a esas personas.
La contribución a la verdad es contribuir a qué paso a estas personas, dijo Monzón en referencia a la etapa de la verdad y reconocimiento del proceso de paz.
Debido al inmenso alcance del conflicto, el tribunal especial de paz posiblemente aborde solo una fracción mínima del brutal número de muertos durante la guerra. La lucha en la que los rebeldes izquierdistas se enfrentaron a paramilitares y las fuerzas del estado dejó al menos 250.000 muertos, 60.000 desaparecidos y millones de desplazados.
En conformidad con el acuerdo de paz, los otrora insurgentes deben confesar totalmente sus crímenes de guerra y hacer reparaciones a las víctimas. El tribunal especial de paz es una de las partes más controvertidas del acuerdo, debido a que en gran medida permite a los excombatientes cooperar para eludir el encarcelamiento y participar en la política.
El presidente electo Iván Duque se comprometió durante la campaña a modificar partes del acuerdo, como crear castigos más severos para los acusados de crímenes contra la humanidad. Duque podría hacer algunos cambios por decreto o mediante la presentación de iniciativas en el congreso, aunque posiblemente enfrente considerable resistencia.
Londoño, más conocido como Timochenko, estuvo sentado en primera fila al lado de otros dos exdirigentes de la insurgencia. Uno trajo un ramo de rosas, debido a que la rosa es el emblema del partido político en el que se convirtieron las FARC.
A su salida de la corte, Londoño leyó una declaración larga en la que se quejó de la presencia de periodistas en el procedimiento, pero también dijo que todos los citados cumplirán totalmente con el proceso.
En un reconocimiento del daño irreparable causado a muchas familias colombianas, Londoño dijo: Pedimos perdón a todas ellas, haremos hasta lo imposible porque puedan conocer la verdad de lo ocurrido.