Argentina: ley hace donantes a mayores de edad
BUENOS AIRES (AP) El Congreso argentino aprobó una ley que convierte a los mayores de edad en donantes de órganos salvo que hayan expresado lo contrario, bautizada con el nombre de una niña que falleció mientras esperaba un corazón.
Los diputados aprobaron el miércoles por la noche por unanimidad la llamada Ley Justina en una sesión cargada de emoción por la presencia de los padres de Justina Lo Cane, la niña de 12 años que falleció en noviembre afectada por una cardiopatía cuando esperaba el milagro de que apareciera un corazón con el cual sobrevivir.
Los diputados aplaudieron a los padres de la chica de pie al término de la votación del proyecto, que ellos mismos impulsaron junto a legisladores y que ya había sido aprobado en mayo en el Senado.
La norma indica que la ablación de órganos o tejidos podrá realizarse sobre toda persona capaz mayor de 18 años que no haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice la extracción ante el Instituto Nacional Central nico Coordinador de Ablación e Implante (Incucai).
La ley reemplaza a la anterior sobre la materia que obligaba a los profesionales a cargo de la ablación de órganos o tejidos a consultar en última instancia a los familiares sobre la voluntad del potencial donante.
Alberto Maceira, el titular Incucai, celebró la nueva norma y señaló que en Argentina hay más de 11.000 pacientes esperando ser trasplantados de órganos y tejidos.
La lista más grande de espera es la de riñón para órganos y la de córneas para tejidos. Pero además hay 30.000 pacientes que se dializan en el país y que eventualmente podrían tener que recurrir un trasplante de riñón, dijo el jueves a Radio Mitre.
Maceira agregó que Argentina es un país pionero y número uno en América Latina en materia de trasplantes, aunque acotó que en comparación con países de Europa está en mitad de la tabla. España tiene 47 donantes por millón de habitantes y nosotros tenemos 14. La intención es llegar a esos números para que más gente mejore su calidad de vida, señaló.
El Incucai espera tener una cantidad de donantes que supere los 17 por millón de habitantes el próximo año.
La ley contempla además la posibilidad de restringir de un modo específico la voluntad afirmativa a donar determinados órganos. En el caso de menores de edad, estipula que bastará la aprobación de ambos padres o del representante legal para proceder a la donación.
El caso de Justina movilizó a la sociedad argentina. La niña empeoró en julio de 2017 de una cardiopatía de la que era tratada desde pequeña y tuvo que ser internada a la espera de un corazón. El caso tomó una gran trascendencia a partir de la campaña MultiplicateX7 que junto a sus padres impulsó en las redes sociales para incentivar a que un mayor número de personas se inscribieran como donantes voluntarios en el registro que existe en el Incucai.
Ecuador, Bolivia y Uruguay tienen una ley igual a la argentina.
En México, según el sitio web del gubernamental Centro Nacional de Trasplantes, las personas pueden registrarse voluntariamente como donantes de órganos y tejidos y adquieren tarjetas para firmar y llevar el consentimiento expreso "que no puede ser revocado por un tercero". En ausencia de ello la decisión recae en los miembros de la familia y es ilegal extraer órganos o tejidos sin su consentimiento.