Críticas de FIFA se suman a las derrotas de Marruecos
MOSC (AP) En su primera participación en el Mundial en 20 años, Marruecos acumuló una nefasta serie de resultados dentro y fuera del campo.
La FIFA criticó públicamente el jueves al extremo marroquí Noureddine Amrabat por poner en duda la integridad de un árbitro estadounidense, lo que se suma a una sensación de injusticia nacional después de nueve días de adversidades en Rusia.
El primer equipo en quedar eliminado del torneo fue superior por momentos a Portugal e Irán, pero no acumuló puntos ni goles después de un par de derrotas por 1-0.
De igual forma, Marruecos no organizará el Mundial de 2026. La fuerte presión que ejercieron la semana pasada en Moscú no fue suficiente para derrotar a la candidatura de México, Estados Unidos y Canadá que era evidentemente favorecida por la cúpula de FIFA.
El organismo rector del fútbol redobló la severidad en torno a Marruecos luego de que las federaciones nacionales votaron para otorgarle a Norteamérica un triunfo inobjetable antes el inicio del torneo.
Marruecos también fue blanco de críticas esta semana por parte de FIFA por su cuestionable manejo en un supuesto caso de conmoción cerebral que, precisamente, involucró a Amrabat.
La experiencia en el Mundial 2018 le dejó poco que celebrar a esta orgullosa nación del norte de África.
De una cosa estoy seguro, el pueblo marroquí está orgulloso de su equipo, dijo el técnico Herve Renard tras la derrota con Portugal del miércoles.
Muchos de los alrededor de 25.000 hinchas marroquíes presentes en el Estadio Luzhniki, y miles más en casa, criticaron ciertas decisiones arbitrales que calificaron de injustas.
Nos sentimos como si estuviéramos jugando en Casablanca, comentó Renard. Algunos manejaron desde Moscú. Esto es algo que jamás podrán arrebatarles.
La airada protesta del técnico a una fuerte barrida le valió la reprimenda de Marc Geiger por exigir que se recurriera a la revisión del video para sancionar un penalti.
Ese incidente también alcanzó a Amrabat, cuya declaración en una entrevista televisada al finalizar el encuentro enfureció a la FIFA. El marroquí afirmó que Pepe le dijo que Geiger pidió recibir la camiseta del defensor portugués al final del partido.
La FIFA condena estas afirmaciones, dijo el organismo en enérgico rechazo. La FIFA quisiera recordarles a todos los equipos de su deber de respetar todos los principios del juego limpio.
Días antes, la FIFA destacó el cuestionable manejo del personal marroquí respecto a la lesión en la cabeza de Amrabat después de un choque en el que cayó con el rostro contra el suelo en el juego contra Irán. Sucedió hacia el final del encuentro que Irán terminó ganando con un gol en tiempo agregado luego de que el atacante marroquí Aziz Bouhaddouz empujó de cabeza el balón a su propia portería.
El personal médico intentó reanimar a Amrabat abofeteándolo mientras lo levantaban como a un boxeador recién noqueado.
La FIFA discutirá el incidente con la (federación) de Marruecos, indicó el organismo el jueves sobre la decisión de alinear a Amrabat apenas cinco días después del encuentro.
Renard describió a Amrabat como un guerrero y el jugador insinuó que nadie conoce su estado físico como él.
La federación marroquí no respondió de inmediato el jueves a una solicitud de comentario.
El último juego de Marruecos es el lunes ante España, su vecino europeo con quien podría compartir la organización del Mundial en un futuro.
Horas después de la votación para definir la sede de 2026, el rey de Marruecos Mohammed VI ordenó una renovada campaña para asegurar la organización del certamen en 2030. Existe especulación sobre una candidatura compartida con España y Portugal, y aunque geográficamente tiene cierta lógica, se requeriría que FIFA aprobara un torneo en dos continentes.
Después de fracasar en cinco candidaturas desde la década de 1980, todo parece complicársele siempre a Marruecos cuando se trata del Mundial.