Legisladores fustigan a gobierno de Trump por aranceles
WASHINGTON (AP) En vista de los perjuicios sufridos por las empresas de sus estados, legisladores de ambos partidos criticaron duramente el miércoles al gobierno de Donald Trump por imponer aranceles al acero y aluminio bajo el argumento de la seguridad nacional.
El gobierno de Trump ha recurrido a un inusual instrumento legal para justificar su política comercial punitiva: La Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962. La medida le da al presidente la autoridad de imponer aranceles ilimitados si el Departamento de Comercio determina que esas importaciones están violando la seguridad nacional. Trump impuso los aranceles en marzo, eximiendo a varios países con una pausa que se venció en mayo. Los países han respondido imponiendo sus propios aranceles sobre una amplia gama de bienes norteamericanos.
El senador republicano Orrin Hatch, titular de la Comisión de Finanzas de la cámara alta y representante de Utah, se quejó que los aranceles al acero están perjudicando a una empresa de equipos industriales de Salt Lake City, y que los fabricantes de carne de puerco en su estado están padeciendo por tarifas de represalias aplicadas por sus dos mayores mercados, México y China.
"Simplemente, no veo cómo hacerle daño a todos estos sectores sirve para resguardar nuestra seguridad nacional, dijo Hatch.
Los demócratas mostraron una postura semejante. La senadora demócrata Maria Cantwell, del estado de Washington, dijo que los cultivadores manzanas y cerezas en su estado se están viendo afectados. La senadora demócrata Claire McCaskill, de Missouri, dijo que un fabricante de clavos de acero en su estado ha perdido casi la mitad de sus ingresos: Antes vendía unas 9.000 toneladas de clavos y ahora apenas vende 4.000 toneladas.
Los clientes fácilmente pueden comprar los clavos producidos en otros países, dijo McCaskill, advirtiendo que la empresa podría quedar en la quiebra antes de septiembre.
El secretario de Comercio Wilbur Ross defendió los aranceles, argumentando que son necesarios para resucitar a las industrias nacionales de acero y de aluminio. Sostuvo que los aranceles reducirán las importaciones a niveles óptimos para que esas industrias puedan recuperarse a largo plazo.
Debido a las tarifas, aseguró Ross, ya hay varias plantas de acero y aluminio que están reabriendo en Illinois, Ohio, Carolina del Sur, Missouri y Kentucky.
Además de los aranceles al acero y al aluminio, Trump ha ordenado imponer aranceles de 25% a bienes chinos por un total de 50.000 millones de dólares, en represalia por la transferencia forzada de tecnología y propiedad intelectual a China. Esos gravámenes, que entrarán en vigencia a partir del 6 de julio, llevaron a China a amenazar con sus propios aranceles sobre las exportaciones estadounidenses. Trump ha mencionado la posibilidad de aplicar más tarifas, hasta de 400.000 millones de dólares, a los productos chinos a menos que China abra más sus mercados y reduzca su superávit comercial con Estados Unidos. China ha dicho que tomará represalias si eso sucede.