Colombia: mueren trece disidentes de las FARC
BOGOTÁ (AP) Las autoridades colombianas anunciaron el miércoles la muerte de trece disidentes de las desaparecidas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en una zona del departamento de Arauca al este del país.
El ministro de la Defensa, Luis Carlos Villegas, había dicho temprano a los medios que habían muerto diez, pero más tarde en un acto público al occidente de la ciudad señaló que la cifra aumentó a trece.
Luego de llegar a la zona de los combates encontraron otros tres muertos más, más de 12 fusiles, munición para los mismos y lo más importante: bastante información escrita que le servirá a nuestro miembros de inteligencia, dijo Villegas. No vamos a permitir que prosperen estas disidencias, seguiremos los operativos contundentes contra ellos, como lo hemos hecho estas últimas semanas, enfatizó.
Según el ministro, esta operación aérea y terrestre ha permitido casi el desmantelamiento de esta disidencia en Arauca. Estos disidentes estaban en la zona realizando trabajo de extorsión, de homicidios, de narcotráfico.
Horas antes se informó que entre los muertos figuraba alias El Burro, jefe este grupo disidente.
De acuerdo con la Defensa colombiana, en lo que va de este año han muerto en enfrentamientos con la policía y el ejército 55 de estos miembros disidentes y 312 han sido capturados en diferentes partes del país, especialmente en el sur en los departamentos de Nariño y Caqueta.
El presidente Juan Manuel Santos ordenó una ofensiva militar recientemente para contrarrestar a los disidentes, cuyas acciones han afectado la seguridad y el bienestar de los colombianos desde que se firmó un acuerdo de paz entre la guerrilla y el gobierno en 2016. Se calcula que a la fecha hay más de 1.200 de rebeldes.
En el sur del país, y especialmente la zona de Tumaco, hay más de 12.000 miembros del ejército y la policía que buscan a alias Guacho, uno de los jefes de la disidencia.
En la víspera se capturo a alias Javier, uno de los tres hermanos de Guacho, al sur de Tumaco. Javier fue llevado a una prisión de máxima seguridad en la población de Palmira, al oeste de Colombia, y la Fiscalía General lo acusa de narcotráfico y rebelión.