Canciller ecuatoriana, nueva presidenta de Asamblea de ONU
NACIONES UNIDAS (AP) La Asamblea General de las Naciones Unidas eligió el martes de forma abrumadora como su próxima presidenta a la canciller ecuatoriana María Fernanda Espinosa Garcés, la cuarta mujer que dirigirá el organismo mundial de 193 miembros en sus 73 años de historia, pero la primera procedente de América Latina y el Caribe.
Espinosa derrotó a otra mujer postulada para el cargo: la embajadora de Honduras ante la ONU, Mary Elizabeth Flores Flake, por votación de 128-62 y dos abstenciones.
El presidente del consejo, el eslovaco Miroslav Lajcak, anunció los resultados en medio de un fuerte aplauso y afirmó que francamente, cuatro de 73, no es una marca para sentirnos orgullosos, pero me alegra que vayamos corrigiendo.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien derrotó a varias candidatas y continúa el dominio masculino del cargo de la ONU, declaró: "Podemos y debemos hacerlo mejor".
Espinosa Garcés manifestó confianza en que la paridad de género continúe su avance y dedicó su elección a todas las mujeres del mundo que hoy participan en política, que se enfrentan a los ataques políticos y mediáticos marcados por el machismo y la discriminación.
Quisiera rendir un homenaje especial también a las mujeres que luchan cada día por acceder a puestos de trabajo en igualdad de condiciones, a las mujeres y niñas víctimas de la violencia, a las niñas y adolescentes que demandan acceso a información y educación de calidad, afirmó. Mi compromiso estará siempre con ellas.
Aunque la presidencia de la Asamblea General es principalmente protocolaria, también es prestigiosa.
El organismo mundial controla el presupuesto de Naciones Unidas, aprueba tratados y aborda problemas mundiales, desde la pobreza hasta el cambio climático. También aprueba numerosas resoluciones que, si bien no son jurídicamente vinculantes, generalmente reflejan la opinión mundial. También es el órgano de la ONU donde los países grandes y pequeños pueden hablar y es el escenario de la reunión anual de gobernantes mundiales cada septiembre.
La selección del presidente de la Asamblea sigue un sistema de rotación regional dispuesto por el organismo mundial, por lo que tocaba el turno de América Latina y el Caribe de presidir el siguiente periodo anual de sesiones que comienza justo antes de la reunión mundial de septiembre.
Por tradición, los grupos regionales de la ONU proponen a un solo candidato que luego es aprobado por la Asamblea. Sin embargo, la elección de este año fue disputada _como ocurrió en 1991, 2012 y 2016_ según Naciones Unidas, porque los países latinoamericanos no pudieron ponerse de acuerdo sobre un candidato.
Espinosa Garcés recalcó después de su victoria que también será la primera mujer de América Latina y el Caribe en presidir la Asamblea a partir de septiembre.
Ofrecí una presidencia de puertas abiertas y así lo haré, afirmó.
Además de política, soy poeta. Como tal tengo plena conciencia de que ninguna mirada sirve si no observamos, y que ninguna palabra tiene valor si no escuchamos. Yo estaré lista para escucharlos a todos y trabajar para ustedes y con ustedes.
Por primera vez este año, el presidente saliente de la Asamblea, Lajcak, decidió seguir una nueva práctica que también se utilizó para elegir al secretario general Guterres.
Invitó a ambos candidatos a comparecer ante los miembros de la Asamblea durante dos horas el 4 de mayo para que presentaran su visión de la presidencia y responder a las preguntas de diplomáticos y representantes de la sociedad civil. Las cuestiones planteadas iban desde la prevención de conflictos y la financiación de los objetivos de la ONU para el 2030 a fin de erradicar la pobreza y apoyar la sustentabilidad del planeta, hasta la transparencia de la oficina del presidente, las reformas de la ONU y la igualdad de género.
Tras la elección del martes, Espinosa subrayó que el fortalecimiento del multilateralismo no es una opción, es una obligación.
Por ello, dijo, es urgente que Naciones Unidas muestre capacidad para responder a los principales desafíos globales y que la organización se acerque más a los ciudadanos del mundo.
Después, la canciller dijo a la prensa que sus prioridades serán concluir las negociaciones para un pacto global sobre migración, el fomento de medidas relacionadas con el cambio climático, poner en marcha reformas en la ONU y buscar nuevas vías para financiar el desarrollo económico.
Algunos diplomáticos habían advirtieron antes de la votación que las posturas de los gobiernos de Ecuador y Honduras podrían influir en la votación del martes.
Uno de los puntos que podría tener repercusiones _señalaron_ fue la resolución de la Asamblea General en diciembre de condena a Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, la cual fue aprobada por abrumadora mayoría.
Ecuador la había apoyado. Honduras fue uno de los únicos nueve países que respaldaron a Estados Unidos y votaron en contra de la resolución, postura que airó a muchos partidarios de los palestinos. Honduras también había dicho que consideraba seguir los pasos de Estados Unidos y trasladar su embajada a Jerusalén.
Espinosa Garcés se unirá a la corta lista de presidentas de Asambleas de la ONU, que comenzó en 1953 con la diplomática india Vijaya Lakshmi Pandit, hermana del primer ministro Jawaharlal Nehru y tía de la fallecida primera ministra Indira Gandhi. Le siguieron Angie Elisabeth Brooks, de Liberia, en 1969; y Sheikha Haya Rashed Al Khalifa, de Bahréin, en 2006.
El secretario general de Naciones Unidas, el portugués Guterres, dijo que ya era necesario cambiar el hecho de tener apenas dos mujeres como presidentas en el último medio siglo.
Que la elección de hoy allane el camino para acelerar el progreso hacia la igualdad de género al interior y más allá de Naciones Unidas, apuntó.