Nadal-Schwartzman: De entrenar juntos a cuartos en Francia
PARÍS (AP) Rafael Nadal lo dice en broma: tiene que dejar de invitar a Diego Schwartzman a su academia en Mallorca.
En la semana previa al Abierto de Francia, el número uno del mundo fue anfitrión del argentino en la academia de tenis y centro deportivo que inauguró hace dos años.
Nadal y Schwartzman se tomaron pulso durante un día en superficie de arcilla en Manacor, la ciudad natal del español. Ahora, se cruzarán en los cuartos de final de Roland Garros.
No te voy a engañar. Entrené 45 minutos con Diego. Lo preparé (para el torneo) en la academia, donde no lo voy a invitar nunca más, porque cada vez que viene sale disparado, bromeó Nadal el lunes tras finiquitar su victoria ante el alemán Maximilian Marterer por 6-3, 6-2, 7-6 (4) en los octavos de final del torneo en el que busca ensanchar su récord de 11 títulos.
Es la segunda vez que ha estado, añadió Nadal. Ya en serio, creo se siente cómodo, ojalá sea una de muchas que pueda venir y cuando venga que yo esté más operativo para entrenar más.
Schwartzman, por su parte, debió remontar para superar al sudafricano Kevin Anderson por 1-6, 2-6, 7-5, 7-6 (0), 6-2.
Fue la primera vez que el argentino _actual número 12 del mundo_ le dio la vuelta a un partido tras ceder los primeros dos sets para desembarcar por primera vez en la ronda de cuartos en París.
Al tanto de lo que había dicho su amigo y adversario, Schwartzman también bromeó sobre la experiencia en Mallorca.
Fui a buscar a los secretos de Rafa, pero no hay manera de sacárselos, afirmó el argentino, que tiene un registro adverso de 0-5 en su historial directo con Nadal. Pasamos un buen tiempo ahí, al igual que el año pasado. Muy agradecido con él y su equipo por brindarnos todas las facilidades. Ahora voy a tener que entrar a la cancha a intentar ganarle y olvidarme todo lo buena gente que son fuera de la cancha conmigo.
Lo que pude ver es que Rafa es una persona extremadamente normal, con sus inseguridades y sus dudas, agregó.
Para citarse con Nadal, Schwartzman concretó una remontada épica.
El pequeño argentino, de 1,70 metros (5,7 pies), salió vivo de un partido en el que Anderson, 33 centímetros más alto, dispuso del saque para liquidarlo con ventaja de 5-4 en el tercero y cuarto sets.
"No sé cómo hice para ganar. No estaba jugando bien y Anderson sí. Pero el físico me ayudó, reconoció Schwartzman. Me canso cada vez menos, miré el reloj, vi que iban tres horas y no lo sentía.
Sobre el partido de cuartos el miércoles, Schwartzman evocó las dos derrotas más recientes, ocurridas este mismo año. Una fue en los octavos de final del Abierto de Australia en enero _arrancándole un set antes de caer en cuatro parciales_ y la otra fue en sets seguidos en el Masters de Madrid el mes pasado.
Esta es segunda casa, aseveró Schwartzman. En ambos partidos tuve buenas oportunidades, pero no pude aprovecharlas. Ahora espero hacerlo el miércoles.