Jorge Volpi también reescribe
CIUDAD DE MÉXICO (AP) Incluso un autor tan experimentado como Jorge Volpi apela a la reescritura cuando se trata de contar una buena historia, como en Una novela criminal.
El mexicano de casi 50 años, autor de la Trilogía del siglo XX --compuesta por En busca de Klingsor, El fin de la locura y No será la tierra--, galardonado con el Premio Iberoamericano José Donoso por el conjunto de su obra y el Premio Mazatlán de novela, encontró la motivación para replantearla gracias a sus amigos y también escritores Pedro Palou y Eloy Urroz.
Me dijeron que era imposible de leer, dijo Volpi en una entrevista reciente con The Associated Press. Eso me hizo reescribirlo por completo.
Cuando Volpi reescribió el manuscrito, pasó de una narración en tercera persona a una voz en primera, redujo de 800 a 500 páginas para mejorar la fluidez e incorporó un estilo ecléctico que por momentos parece meter al lector al expediente del caso y por otros es una recreación íntima de los hechos.
Volpi dedicó tres años a la investigación y escritura de Una novela criminal, su primera novela documental de no ficción que fue galardonada con el Premio Alfaguara de Novela 2018 a finales de enero. Además es la primera historia que lo acerca a la investigación periodística con entrevistas que realizó en México y Francia, así como varias visitas a un penal de máxima seguridad.
Todo esto para refrescar en la memoria colectiva el caso de Florence Cassez, una mujer francesa radicada en México, y su pareja, el mexicano Israel Vallarta, quienes fueron presentados en diciembre de 2005 por los medios locales y las autoridades como miembros de una banda de secuestradores llamada Los Zodiaco.
Sin embargo, el caso dio un giro en febrero de 2006, cuando el titular de la extinta Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna, reconoció, también en televisión, que había hecho una recreación de la detención y la supuesta liberación de las víctimas para dos cadenas locales.
A pesar de esto, Cassez fue acusada de secuestro y sentenciada a 60 años de prisión en 2007.
Más de siete años después de su detención fue liberada por mandato de la Corte Suprema de Justicia de México, luego de que se confirmara que el operativo había sido un montaje para la televisión y que se detectaran otras irregularidades en el proceso, no sin que antes provocara un choque diplomático entre el gobierno del presidente mexicano Felipe Calderón, sumido en una guerra contra el narcotráfico, y el francés Nicolás Sarkozy, determinado a defender a su ciudadana.
Al final me di cuenta que este libro que es distinto a todo lo que he escrito; en realidad tiene el mismo tema que En busca de Klingsor, dijo Volpi sobre su primera novela publicada, un thriller histórico sobre la física cuántica y Segunda Guerra Mundial. Es un libro sobre la búsqueda de la verdad, sobre una búsqueda de la verdad que es imposible de encontrar.
El problema en el caso presentado en Una novela criminal, dice Volpi, es que Vallarta --la expareja de Cassez-- sigue preso sin haber sido sentenciado.
Me parece que no puede haber dos tipos de justicia, una para Florence y una para Israel y su familia, dijo Volpi al respecto.
Yo no me manifiesto en el libro sobre la inocencia o su culpabilidad, pero sí creo que tiene que estar libre porque los vicios en el proceso fueron tales que lo convierten a él en una víctima, apuntó.
El intento de Volpi para hacer una novela documental sobre las enormes deficiencias en el sistema penal y de justicia mexicano hace eco a los casos presentados en filmes como La 4ta Compañía (2017), sobre la historia real de un grupo de presos que eran liberados por las autoridades para robar autos; La libertad del diablo (2017), el testimonio de víctimas de la violencia y victimarios en México, y Presunto culpable (2008), la exposición del caso de un joven injustamente encarcelado y acusado de un crimen que no cometió. Asimismo, está el libro de investigación El teatro del engaño de la periodista Emmanuelle Steels, sobre Cassez y Vallarta, que Volpi cita como una de sus principales referencias.
Pese a lo sombrío del tema que aborda, Una novela criminal también tiene momentos de humor, sobre todo al evidenciar que el expediente se sustentó con datos inverosímiles, enormes casualidades y situaciones por demás extraordinarias, como el montaje del operativo. Paradójicamente, Volpi muestra que detrás de la situación narrada hay evidencias de que existió tortura, se modificaron pruebas, cambiaron los testimonios y se encarceló a varios familiares de Vallarta, quienes al paso de los años fueron liberados por falta de sustento en sus casos o por irregularidades en sus procesos.
Si no tenemos un sistema de justicia confiable somos ciudadanos a medias, dijo Volpi, también autor de los libros de ensayo Leer la mente y Una historia intelectual de 1968.
A todos nos desprotege, incluidas las víctimas, que no haya un debido proceso, añadió.
En cuanto a los secuestros, el delito sigue siendo rampante en México. En una encuesta publicada en 2017 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía se estima que hubo 69.107 secuestros sufridos por 66.842 víctimas durante 2016, de los cuales 66,4% duraron menos de 24 horas. Al mismo tiempo, la encuesta señala que en 2016 se denunció solo el 9.7% del total de los delitos (incluyendo otros como robo) ocurridos en México.
Volpi ha dicho que el 2018 se lo tomará como un año sabático de escritura.
Al preguntarle si haría novela negra, género que implica muchas de las técnicas que usó para Una novela criminal, respondió: No sé. Lo que sí sé es que regresaré a la ficción. No voy a escribir después de esta otra novela documental.