Soldados de instalaci?n nuclear de EEUU consumían LSD

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WASHINGTON (AP) Un soldado se sintió paranoico. Otro se maravilló ante los vibrantes colores. Un tercero admitió que le encantaba alterar su mente.

Todos pertenecían a un escuadrón de la fuerza aérea que custodia misiles nucleares.

Archivos de la fuerza aérea obtenidos por la Associated Press revelan que compraban, distribuían y consumían el alucinógeno LSD y otras drogas que afectan la mente como parte de una banda que operó durante meses en una base militar de alta seguridad en Wyoming. Al ver que iban a ser pillados, uno de los soldados desertó y se fue a México.

Parece algo de una película, pero no lo es, declaró el capitán Charles Grimsley, que colaboró con la fiscalía en uno de varios casos que dieron lugar a cortes marciales.

Un desliz de un soldado en las redes sociales permitió a los investigadores desbaratar la operación que funcionaba en la Base Aérea F.E. Warren en marzo del 2016. Esta es la primera vez que circulan detalles del caso. Catorce soldados fueron disciplinados y seis fueron condenados en cortes marciales por consumo y/o distribución de LSD.

Ninguno de los imputados fue acusado de consumir drogas estando de guardia. Pero el caso es otro golpe para las unidades de la fuerza aérea a cargo de los misiles nucleares, las cuales ya han registrado otras irregularidades que afectan la moral.

Las unidades a cargo de los misiles han ganado protagonismo en el marco de las políticas del presidente Donald Trump, que se propone reforzar el poderío nuclear de Estados Unidos y ha intercambiado amenazas con Corea del Norte. La estrategia nuclear del gobierno contempla la inversión de cientos de miles de millones de dólares en este terreno en las próximas décadas.

Los imputados pertenecían a un escuadrón que custodia un tercio de los 400 misiles balísticos intercontinentales Minuteman 3, el cual se encuentra en estado de alerta las 24 horas del día, los siete días de la semana en silos subterráneos dispersos por las llanuras del norte. La AP obtuvo transcripciones de siete procesos en cortes marciales y otros documentos relacionados a través de ley que protege la libertad de información a lo largo de los dos últimos años. Ofrecen un retrato vívido de los viajes con LSD.

¡Me estoy muriendo! ¿Cuándo se acaba esto?, dijo un soldado, según los documentos, durante una mala experiencia con LSD en febrero del 2016 en un parque a 32 kilómetros (20 millas) de la base F.E. Warren. Parte del episodio fue filmado por otro integrante del grupo y en su juicio se presentó también el audio.

Sentí pánico, paranoia, durante horas después de consumir LSD, expresó el soldado Tommy N. Ashworth bajo juramento en su corte marcial. Confesó haber consumido LSD tres veces estando de guardia. Declarando como testigo en el juicio de otro soldado, dijo que después de uno de esos viajes no sabía si iba a morirme esa noche o no.

Otros, en cambio, afirmaron que disfrutaron las experiencias con LSD.

Los minutos parecían horas, los colores eran más vibrantes y nítidos, dijo el soldado Kyle S. Morrison. Me sentía más vivo. Morrison colaboró con los investigadores y fue sentenciado a cinco meses de cárcel, 15 días de trabajos forzados y la pérdida de 5.200 dólares en salarios.

En respuesta a preguntas de la AP, el vocero de la Fuerza Aérea, teniente coronel Uriah L. Orland, dijo que el consumo de drogas se produjo cuando los soldados no estaban de guardia. Hay varios controles que garantizan que un soldado que se presenta a su guardia no está bajo los efectos del alcohol o de drogas y que está en condiciones de cumplir sus laboras de una manera segura y efectiva, expresó.

El soldado Nickolos A. Harris, que fue presentado como el líder del grupo, declaró que era fácil conseguir LSD y otras drogas de fuentes civiles. Se declaró culpable de consumir y distribuir LSD y de haber usado ecstasy, cocaína y marihuana.

Me encantaba alterar mi mente, declaró al juez tras afirmar que tiene una personalidad adictiva. Fue condenado a 12 meses de cárcel y otros castigos, pero no fue dado de baja con deshonra.

Harris fijó varias reglas para el consumo de LSD en una reunión de fines del 2015 que fue filmada. La primera era no publicar nada en las redes sociales. También proponía buenas experiencias. No queremos viajes malos. Todos nos sentimos felices. Sigamos así.

Las redes sociales, no obstante, fueron lo que lo hundieron.

En marzo del 2016, uno de los soldados publicó en Snapchat un video en el que aparecía fumando marihuana, lo que desató una investigación.

Uno de los acusados, el soldado Devin R. Hagarty, se fugó a México. Caí presa del pánico, le dijo a un juez militar tras entregarse y ser acusado de deserción. Fue condenado a 13 meses de cárcel en un penal militar.

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