Obispo chileno pide perdón por no atender denuncias de abuso
SANTIAGO DE CHILE (AP) Un obispo chileno pidió perdón por no investigar con celeridad un presunto abuso sexual en su diócesis, una de las acusaciones del papa Francisco contra la desprestigiada iglesia de Chile por la que toda su jerarquía ofreció su dimisión al pontífice el viernes.
Quiero pedir perdón por mi actuar en este caso, dijo el obispo Alejandro Goic el sábado en respuesta a las denuncias contenidas en un reportaje del canal local T13 que mostró las conductas delictivas del sacerdote Luis Rubio _que admitió sus delitos en la misma nota.
Rubio reconoció haber enviado imágenes de él desnudo y audios de contenido sexual a un menor a través de Facebook, a un perfil falso creado precisamente para probar sus delitos.
Goic está a cargo de la comunidad eclesiástica de Rancagua, a 90 kilómetros al sur de Santiago. El obispo es uno de los 31 activos que pusieron su renuncia en manos del papa Francisco por los escándalos de abusos sexuales que han dañado a la iglesia chilena y es, además, el presidente del Consejo Nacional de Prevención de los Abusos dentro de la Iglesia.
Elisa Fernández, que trabajó en la Pastoral Juvenil de la pequeña comunidad de Paredones, afirmó en el reportaje televisivo que informó repetidamente a Goic sobre los abusos, pero el obispo siempre le exigió pruebas.
Fernández agregó que Rubio pertenece a una red de sacerdotes que realizarían prácticas abusivas.
Lo reconozco, que le di acogida a esta joven que aparece en el reportaje y que actué eventualmente sin la agilidad adecuada en el proceso indagatorio del sacerdote Luis Rubio y otros presbíteros mencionados por ella, indicó Goic el sábado en una escueta declaración a la prensa al frente de la catedral de Rancagua. No aceptó preguntas.
Goic precisó que los sacerdotes involucrados fueron suspendidos temporalmente de sus actividades sacerdotales mientras se investiga cada caso y que la próxima semana se mandarán todos los antecedentes disponibles a la Santa Sede.
Además, los datos fueron entregados a la fiscalía de Rancagua para el inicio de la investigación penal.
El obispado también reveló en un comunicado del 14 de mayo que Rubio admitió su participación en los hechos y que recibieron con anterioridad denuncias sobre conductas impropias contra el sacerdote indagándose los hechos sin resultados. Agregó que habían suspendido al cura mientras era investigado.
El nuevo escándalo de abusos sexuales salta a la luz pública tan sólo un día después de que los 31 obispos chilenos activos pusieran de manera colectiva sus cargos a disposición del papa Francisco por los escándalos de agresiones sexuales que han dañado la imagen y generado una profunda crisis de la Iglesia católica en el país.
La iglesia católica chilena está en la mira mundial por décadas de abusos sin investigar o investigados superficialmente cuando habían indicios de veracidad en las denuncias de las víctimas que no fueron protegidas por los sacerdotes, dijo abiertamente Francisco a la conferencia episcopal que convocó a Roma por los escándalos que sacó a la luz un par de investigadores que él envió a Chile en febrero.
Francisco acusó además a la jerarquía local incluso de haber destruido pruebas comprometedoras.
No hay plazo conocido para que el pontífice acepte todas a sólo algunas de las dimisiones de los obispos chilenos por no haber sabido frenar los abusos, que muchas veces no investigaron o dilataron por años las averiguaciones.