Colombia: exguerrillero suspende huelga de hambre
BOGOTÁ (AP) Un antiguo ideólogo de la guerrilla colombiana suspendió su huelga de hambre luego de 41 días, después de que el tribunal especial de paz puso en duda su extradición a Estados Unidos, donde enfrenta cargos de narcotráfico.
Un miembro del partido creado por las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia leyó el sábado una carta manuscrita de Seuxis Hernández, mejor conocido por su alias Jesús Santrich, en la que dice que suspende temporalmente la medida. Dijo en cambio que redoblará sus esfuerzos para ayudar a aplicar con éxito el acuerdo de paz de 2016 que busca poner fin a un conflicto sangriento que lleva varias décadas.
Mi situación es un accidente calculado, entendible a cualquier cuadro político de la FARC, escribió en una misiva de tono desafiante. De no ponerse freno puede conducir el proceso de paz en forma definitiva por el despeñadero.
El dirigente de las FARC Jairo Estrada dijo que Hernández perdió 16 kilos como resultado del ayuno que inició en abril en protesta por su arresto bajo una orden estadounidense. Recientemente fue hospitalizado y luego trasladado a un centro de rehabilitación manejado por la iglesia.
El ministro del Interior, Guillermo Rivera, dijo que la decisión de Hernández de suspender su huelga de hambre fue una buena noticia para el proceso de paz.
El tribunal de paz dijo esta semana que no se puede extraditar a Hernández antes de determinar las fechas de sus presuntos delitos. También dijo que quería revisar el arresto de Hernández, lo que le valió un fuerte regaño del procurador, quien acusó al tribunal de abusar de su autoridad.
Los fiscales de Nueva York alegan que Hernández se confabuló para exportar 10 toneladas de cocaína a Estados Unidos después de la desmovilización de las FARC.
Bajo el acuerdo de paz, los rebeldes que deponen las armas y confiesan sus crímenes de guerra ante tribunales especiales de paz no pueden ser condenados a prisión ni extraditados. Pero esto no cubre los delitos cometidos después de la firma, en diciembre de 2016.
El arresto de Hernández acentuó la tensión entre el gobierno y los exguerrilleros.
Uno de sus aliados principales, Iván Márquez, quien fue el principal negociador del acuerdo por la guerrilla, huyó a un campamento rural donde los guerrilleros realizan la transición a la vida civil y advirtió que sería la víctima siguiente de un complot respaldado por Estados Unidos para sabotear el acuerdo. Junto con Hernández fue arrestado un sobrino de Márquez, que confesó sus delitos y aceptó cooperar con los fiscales estadounidenses.