Presidenta de PT de Brasil niega acusaciones de soborno
SAO PAULO (AP) La presidenta del Partido de los Trabajadores de Brasil y la más abierta defensora del encarcelado expresidente Luiz Inácio Lula da Silva refutó los reportes de prensa que aseguran que la policía halló evidencia de que ella aceptó sobornos.
Gleisi Hoffmann, que también es senadora, negó el jueves por la noche haber recibido fondos ilegales personalmente o para sus campañas, y se dijo víctima de persecución política.
Hoffmann ha alegado con frecuencia tal persecución al defender a Lula, quien fue condenado por corrupción y cumple una sentencia en prisión.
Medios brasileños publicaron el jueves que la policía federal ha concluido una pesquisa a una presunta conspiración para desviar dinero del Ministerio de Planeación.
El portal de noticias G1 reportó que la investigación halló evidencia de que Hoffmann recibió un millón de reales brasileños (267.000 dólares) en el ardid. Mientras tanto, la revista Veja señaló que la senadora; su esposo Paulo Bernardo, ex ministro de Planeación; asistentes, y el abogado de la pareja recibieron 7 millones de reales.
La pesquisa forma parte de la Operación Autolavado, una investigación de mayor dimensión sobre corrupción de funcionarios que ha sacudido a la élite política de Brasil. Los cargos contra Lula también provinieron de la investigación.
Los resultados de la pesquisa al Ministerio de Planeación no son públicos y la policía se negó a comentar al respecto el viernes.
En un comunicado publicado en la página de internet del Partido de los Trabajadores (PT), Hoffmann cuestionó la filtración de las conclusiones de la investigación.
Lamento que de nuevo soy víctima de calumnias y de persecución política-judicial-mediática, indicó. Sólo puedo entender esta serie de investigaciones como una consecuencia de mis puestos políticos y porque soy la presidenta del PT, un partido que la Operación Autolavado y los medios promotores del golpe de Estado tratan como un enemigo a derribar.
La senadora y otros han dicho que la policía, fiscales y jueces que dirigen la Operación Autolavado han usado la investigación para ir injustamente tras el Partido de los Trabajadores. Afirman que los cargos contra Lula fueron fabricados para impedir que vuelva a contender por la presidencia.