Obispo activista dará sermón en boda real
Es hijo de un activista estadounidense por los derechos civiles y descendiente de esclavos africanos. Condenó el año pasado la marcha supremacista blanca en Charlottesville calificándola de fascista y ha hablado abiertamente a favor de los de los derechos de los homosexuales.
El reverendo Michael Bruce Curry también planea unirse a una marcha en la Casa Blanca la próxima semana que rechaza la postura del presidente Donald Trump de América primero como una herejía teológica.
El líder de la Iglesia Episcopal de 65 años fue cuidadosamente elegido por el príncipe Enrique y Meghan Markle para dar un sermón el sábado en su boda, incluso a pesar de que la pareja no lo había conocido en persona.
Los novios no han dicho por qué eligieron a Curry, pero es famoso por ser un apasionado orador que cautiva al tiempo que predica apertura y tolerancia. En el púlpito puede ser relajado y gracioso, al agregar chistes y anécdotas personales a sus sermones, pero también intenso al comunicar mensajes más serios.
Curry, quien tiene dos hijas mayores con su esposa Sharon, nació en Chicago y creció en Buffalo, Nueva York. Su padre, el fallecido reverendo Kenneth Curry, fue párroco de una importante congregación afroestadounidense y un abierto activista por los derechos civiles.
En 2015, Curry se convirtió en el primer obispo presidente negro de la Iglesia Episcopal predominantemente blanca, la cual es una filial de la Iglesia de Inglaterra en Estados Unidos, que ha sido la casa espiritual de muchos de los fundadores de Estados Unidos así como presidentes estadounidenses.
Su designación surgió justo después de que la iglesia decidió dar su aprobación a los matrimonios de personas del mismo sexo, y en sus sermones y textos ha comparado frecuentemente el movimiento por los derechos civiles de los negros a la lucha por la igualdad de la comunidad LGBT.
La postura de la Iglesia Episcopal sobre el matrimonio gay ha creado fricción con la Comunión Anglicana, a la que pertenece, y con su primado, el arzobispo de Canterbury Justin Welby, quien oficiará la misa para la pareja real.
A pesar de esas diferencias, Welby tuiteó que estaba encantado de que se le hubiera pedido a Curry que diera un sermón durante la boda, calificándolo como un pastor brillante, impresionante predicador y una persona con un gran don para compartir las buenas nuevas de Jesucristo".
Las posturas de Curry también le han hecho entrar en conflicto abierto con varias políticas de la administración Trump, incluyendo su decisión para terminar el programa del gobierno de Obama que protegía a miles de jóvenes inmigrantes de la deportación conocido como DACA.
En un comunicado en septiembre, Curry enfatizó el apoyo de la iglesia al programa migratorio y a los jóvenes afectados diciendo nuestros valores cristianos están en riesgo; el cuidado humano y amoroso para el extraño, el foráneo, el extranjero, es considerado un deber sagrado y valor moral para aquellos que siguen el camino de Dios.
El año pasado Curry denunció el plan de Trump para prohibir que la gente transgénero se una al ejército estadounidense argumentando que fue una violación al ideal fundamental de igualdad en América. También ha dado su apoyo a la protesta de la Reserva Sioux Standing Rock contra el plan de un ducto petrolero que apoya el gobierno de Trump.
El 24 de mayo Curry planea sumarse a otros líderes cristianos en una marcha en la Casa Blanca para llamar la atención con una declaración conjunta sobre diversos temas. En ella dicen: vivimos en tiempos peligrosos y polarizadores como país, con una crisis peligrosa de liderazgo moral y político en los niveles más altos de nuestro gobierno y en nuestras iglesias.
Al rechazar la política de América primero de Trump, la declaración señala: aunque compartimos un amor patriótico por nuestros país, rechazamos el nacionalismo xenofóbico o étnico que coloca al país sobre otros.
También agrega: la pobreza mundial, el daño ambiental, los conflictos violentos, las armas de destrucción masiva y las enfermedades mortales en algunos lugares afectan al final de cuentas a todos y necesitamos un liderazgo político inteligente para lidiar con cada uno de ellos.