Egipto arresta activista, lo acusa de insultar al presidente
EL CAIRO (AP) La policía egipcia detuvo a un activista conocido por sus fuertes críticas al gobierno bajo cargos que incluyen haber insultado al presidente Abdel-Fatá el-Sisi, informó el martes un abogado de derechos humanos.
Shady el-Ghazaly Harb fue detenido para ser investigado por acusaciones de diseminar información falsa e insultar al presidente, entre otros cargos, dijo a la AP su esposa Fatima Harb.
Agregó que los fiscales le impusieron una multa de 50.000 libras egipcias (unos 2.180 dólares) el lunes en la noche. Ya la pagaron pero las autoridades se niegan a liberarlo, agregó Fatima Harb.
El abogado de derechos humanos Doaa Moustafa informó que se desconoce el paradero de Harb, quien fue uno de los jóvenes líderes en el levantamiento que derrocó al presidente Hosni Mubarak en 2011.
El arresto es el más reciente en una serie de operaciones contra la oposición por parte de el-Sisi, quien encabezó en 2013 el golpe de estado del primer presidente elegido democráticamente en Egipto, el islamista Mohamed Morsi, cuyo mandato de un año dividió al país.
El-Sisi asumió el cargo en enero de 2014, casi un año después de la salida de Morsi. Desde entonces ha supervisado el arresto de miles de islamistas y decenas de destacados activistas seculares que estuvieron detrás del levantamiento de 2011. El gobierno ha defendido la erosión de las libertades desde entonces diciendo que está tratando de restablecer la estabilidad, revivir la economía y derrotar a una insurgencia islamista en la Península del Sinaí.
También el martes, una corte sentenció de cinco a 10 años de prisión a cinco acusados de terrorismo, incluyendo el asesinato de un cristiano copto en 2010. La Corte Criminal de El Cairo dijo que los acusados formaron un grupo extremista que buscó atacar a personal de seguridad, turistas y la minoría cristiana del país.
Egipto ha estado batallando durante años contra los extremistas islámicos, pero la insurgencia ganó fuerza tras el derrocamiento de Morsi. Los milicianos han enfocado sus ataques contra las fuerzas de seguridad y los cristianos.
En febrero, el gobierno lanzó una ofensiva contra extremistas en el Sinaí, en partes del Delta del Nilo y en el desierto occidental, colindante con la porosa frontera con Libia.