Víctimas chilenas al papa: Ponga fin a abusos, encubrimiento
ROMA (AP) Los tres denunciantes del abuso sexual por curas chilenos pidieron el miércoles al papa Francisco que convierta sus disculpas a ellos por haberlos desacreditado en medidas concretas para poner fin a lo que llamaron una "epidemia" de abusos sexuales y encubrimiento en la Iglesia católica.
Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo hablaron con la prensa después de pasar cinco días con el papa en su hotel en el Vaticano. La conferencia de prensa que dieron fue televisada en vivo en Chile, señal de la naturaleza sin precedentes de la reunión que tuvieron el pontífice.
El papa reconoció durante la reunión: "Yo fui parte del problema. Yo causé esto, y les pido perdón", dijo Cruz.
"Yo creo que fue sincero", dijo Cruz, y añadió que en su opinión Francisco simplemente estuvo mal informado sobre el caso del obispo Juan Barros, a quien los tres denunciantes han acusado de haber sido testigo de su abuso y haberlo ignorado.
Barros fue un protegido del reverendo Fernando Karadima, predicador carismático y consentido de la sociedad conservadora católica de Chile, quien fue removido del ministerio y sentenciado en el 2011 por el Vaticano a vivir en penitencia y oración por haber abusado sexualmente a menores.
Barros y otros obispos formados por Karadima nunca reconocieron haber sido testigos de su abuso, pese a que sus víctimas desde hace mucho tiempo habían dicho que ellos estuvieron en los lugares donde sucedieron los hechos.
Francisco defendió enérgicamente a Barros durante su viaje a Chile en enero, calificando las acusaciones contra él de "calumnias". El pontífice dijo que no estaba al tanto de que hubiera víctimas culpando a Barros, pese a que en el 2015 recibió una carta de Cruz que detallaba los abusos de Barros.
Cruz había escrito al papa luego que el pontífice rechazó la oposición de algunos obispos chilenos y lo nombró obispo de Osorno. Y esta semana, un ex ministro chileno reveló que el gobierno chileno también quiso remover a Barros como predicador de las fuerzas armadas de Chile, y se mostró "sorprendido" cuando Francisco en vez de castigarlo le encargó que dirigiera Osorno.
Cruz dijo que él no presionó al papa sobre lo que sabía o el momento en que se enteró de lo ocurrido. Pero dijo que él le advirtió sobre la "toxicidad" de los creyentes que "lo engañaron", nombrando al actual y ex arzobispos de Santiago, el embajador del Vaticano en Chile y miembros de la conferencia de obispos de Chile.
Hamilton dijo que ellos probablemente nunca sabrán toda la verdad sobre lo que el papa sabía, pero que lo importante es que el pontífice ahora está "muy bien informado."