España: Protestan por leve sentencia a acusados de violación
MADRID (AP) Decenas de miles de personas protestaron el sábado por tercer día consecutivo en el norte de España contra la sentencia de cárcel impuesta a cinco sujetos por abuso sexual contra una mujer y no por violación grupal, que era más grave.
La policía en Pamplona calculó que unas 35.000 personas participaron en la marcha efectuada en la ciudad.
Los cinco individuos fueron condenados el jueves a nueve años de prisión por el delito de abuso sexual contra una adolescente de 18 años durante la fiesta de los Sanfermines de 2016.
Los cinco hombres, todos españoles de entre 27 y 30 años, dicen llamarse La Manada en su grupo de WhatsApp.
La fiscalía argumentó que se trató de un hecho violento y que la víctima nunca dio su consentimiento para sostener relaciones sexuales.
El tribunal optó por declararlos culpables de un delito menor de abuso sexual y no de violación grupal, cargos más graves que promovía la fiscalía, los cuales hubieran conllevado penas de más de 22 años de cárcel para cada uno. La fiscalía y la defensa han anunciado que apelarán al fallo.
No obstante, la corte acordó que no hubo consentimiento debido a que los imputados estaban en una situación de superioridad que limitó la libertad de la víctima.
Uno de los tres jueces del panel votó a favor de exonerar a los acusados, informó el tribunal.
El gobierno español ha anunciado planes para convocar discusiones sobre posibles reformas legales.
Además de las penas de cárcel, el tribunal falló que los hombres, amigos entre ellos que viajaron a Pamplona para disfrutar de los sanfermines en julio de 2016, deberán en conjunto compensar a la víctima con 50.000 euros (61.000 dólares) y no podrán contactarla durante 15 años.
Debido a la decisión del tribunal, miles de mujeres han compartido sus experiencias de abuso en Twitter con el hashtag #cuéntalo.
Según testimonios vertidos durante el juicio, los individuos ofrecieron escoltar a la joven a su automóvil, pero en lugar de ello la obligaron a entrar en un edificio, la agredieron sexualmente y grabaron los hechos con sus teléfonos. Después le robaron el teléfono y la abandonaron.
Los hombres argumentaron que la mujer dio su consentimiento para tener relaciones sexuales. Para respaldar lo que decían, sus abogados citaron un informe de detectives sobre la conducta de la joven después del incidente, lo que generó indignación entre los grupos defensores de los derechos de las mujeres, que denunciaron que la víctima estaba siendo juzgada por su comportamiento, en lugar de juzgar a los agresores. Entonces la defensa retiró el informe.