Ted Cruz detenido en el tiempo, pensando en el 2020

Ted Cruz detenido en el tiempo, pensando en el 2020
El senador Ted Cruz hace una pregunta al director ejecutivo de Facebook Mark Zuckerberg durante una vista de las comisiones de Comercio y Judicial del Senado el martes 10 de abril del 2018 en Washington. La campaña de reelección de Cruz se parece mucho a la campaña presidencial del 2016. (AP Photo/Andrew Harnik)

AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) Ted Cruz hizo una campaña presidencial muy efectiva en el 2016 y por momentos da la impresión de que la sigue llevando a cabo.

La campaña de reelección del senador de Texas promete acabar con la ley de salud de Barack Obama, abolir el servicio de rentas internas y combatir el poder del estado, ignorando el hecho de que el gobierno de Donald Trump ya ha diluido la ley de salud, impulsado exitosamente una sustancial reforma fiscal y tiene el apoyo de un Congreso de mayoría republicana.

Cruz no alude a la enorme transformación que sufrió el país desde la llegada de Trump. De hecho, casi no menciona a Trump y la nueva realidad del país.

Mientras que otros políticos texanos tratan de explotar la popularidad de Trump entre la base republicana, Cruz se apega al libreto que tanto éxito le dio hace dos años, convencido de que ha alcanzado una estatura política que lo tiene por encima de los demás y que puede apegarse a las mismas fórmulas que le permitieron terminar segundo en las primarias republicanas hace dos años. Es una filosofía que tal vez le permita despejar el camino para otra candidatura a la presidencia en el 2020.

La libertad no se defiende a sí misma, afirmó Cruz entre aplausos ante unos 200 asistentes a un acto en Austin, una de 12 ciudades en las que hizo presentaciones hace poco durante tres días.

Cruz es muy popular en el tea party y se opuso con todas sus fuerzas a Trump hasta el final en la campaña presidencial del 2016. Fue abucheado por negarse a apoyarlo en la Convención Nacional Republicana, pero a la larga terminó acatando la línea del partido.

Mientras que Trump se ha alejado de algunos postulados tradicionales republicanos al apoyar aranceles a las importaciones que van contra la prédica de un mercado libre, aumentar el déficit nacional y dar la espalda a ciertos valores morales y familiares, Cruz puede decir que es un conservador de raza.

Al no hablar de Trump hace que la conversación gire más en torno a Cruz, señaló el estratega republicano Brendan Steinhauser, ex organizador nacional del tea party que dirigió la campaña de reelección del senador texano John Cornyn en el 2014.

Las posturas de Cruz distan de las de otros conservadores que podrían tener aspiraciones presidenciales. En lugar de mantener cierta distancia, el senador Ben Sasse, por ejemplo, ha criticado abiertamente a Trump. Y el vicepresidente Mike Pence y la embajadora ante las Naciones Unidas Nikki Haley pueden ser dos candidatos evangelistas fuertes.

En lo que respecta a Cruz, es demasiado pronto como para decir si lo que hace va a ser bien recibido, señaló Steinhauser.

Alguien que Cruz ignora durante su campaña es su rival demócrata Beto ORourke, quien ha dejado su banca en la cámara baja para buscar el escaño de Cruz. Ex rockero punk que habla inglés y español, ORourke ha dado de qué hablar con sus concurridos actos y porque tiende a recaudar más dinero que Cruz a pesar de que no recibe fondos de organizaciones políticas ni de sectores específicos.

ORourke, sin embargo, no llegó al 40% de los votos demócratas durante las primerias del 6 de marzo ante dos rivales poco conocidos, en tanto que Cruz recibió el 85% de los votos en las internas repubicanas.

ORourke sostiene que Cruz no puede ignorar al actual ocupante de la Casa Blanca: l es uno de los principales promotores y cómplices del gobierno de Trump.

No sé cuál es su estrategia, solo que parece estar postulándose a la presidencia, dijo ORourke.

Cruz tiene un nuevo lema de campaña --Duro como Texas--, que usa para destacar el heroísmo de personas que ayudaron a sus vecinos después del huracán Harvey y de dos individuos que ayudaron a contener una matanza en Sutherland Springs. Las calcomanías de su campaña incluyen su nombre y el lema, pero no mencionan el año 2018 ni el cargo al que se postula.

Richard Brook, empresario de 58 años que apoyó a Cruz en el 2016 y asistió al acto de Austin, dijo que para él ser un conservador de ley es más importante todavía a la luz de las incoherencias de Trump.

No me gustaría que empezase a cambiar sus puntos de vista ahora, expresó Brook, aludiendo a Cruz.

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Will Weissert está en https://twitter.com/apwillweissert

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