Corrupción, otra vez en compromiso de una cumbre
LIMA (AP) Aun cuando siempre estuvo presente en las declaraciones finales de las siete cumbres de las Américas previas, la palabra corrupción espera tener a partir de la edición de Lima un compromiso de acción.
Pero hay quienes creen que todo seguiría igual en el futuro inmediato, como ha ocurrido desde la primera edición hace 24 años, en Miami, en que corrupción apareció por primera vez en la declaración final.
Uno de los países más entusiastas en que se establecieran acciones en la lucha contra la corrupción ha sido Perú.
El presidente Martín Vizcarra recordó que él mismo era fruto de una de las crisis políticas más graves que ha tenido el país, derivado justamente de la corrupción y que llevó a la renuncia del presidente Pedro Pablo Kuczinsky, luego de 20 meses en el cargo.
Vizcarra, vicepresidente de Kuczinsky, asumió la presidencia hace apenas tres semanas y terminó apremiadamente los preparativos de la cumbre.
Al concluir la reunión de dos días, dijo que pese a no contar con la presencia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la cumbre fue un éxito. Estas cumbres americanas existen por iniciativa estadounidense.
Vizcarra hizo notar que, de 34 invitados, solo uno, Antigua y Barbuda, no envió un solo emisario. El otro, Venezuela, había sido inicialmente invitado por Perú, pero días después fue desinvitado, todavía durante el gobierno de Kuczinky.
Vizcarra dijo que comparativamente en las dos cumbres previas, de Colombia 2012 y Panamá 2015, no se había llegado a un acuerdo en ninguna área, en cambio en Perú se obtenía un compromiso con acciones concretas contra la corrupción.
Pero, no faltaron algunos medio escépticos.
Ríos de tinta se han invertido en libros y declaraciones sobre este tema, dijo el presidente de Costa Rica Juan Guillermo Solís. Pero, la corrupción no se abate y parece entronizado en nuestras sociedades.
Como para quedar bien con el país anfitrión, Solís dijo que de la reunión de Lima salía sin embargo la esperanza de que se pueda encontrar espacios de colaboración que se conviertan en plataforma de una lucha efectiva.
Como en otras cumbres, algunos ausentes fueron los protagonistas. Los más notables fueron Donald Trump, presidente de Estados Unidos, y Nicolás Maduro, de Venezuela. Esta ha sido la primera cumbre a la cual no asiste un presidente estadounidense desde que en 1994 lo hiciera Bill Clinton.
También en el pasado, las ausencias del presidente venezolano Hugo Chávez dieron igualmente lugar a momentos agitados en el desarrollo de una cumbre. Chávez, fallecido en funciones en 2013, llegó a estrechar manos con su colega estadounidense Barack Obama en Trinidad y Tobago, en 2009.
Chávez fue también el presidente que escribió por primera vez la reserva de un país a párrafos de la declaración final. Ocurrió en la cumbre de Quebec, en 2001, cuando a insistencia de Estados Unidos se mencionaba la formación de un área de libre comercio en toda la región para promover el progreso económico, iniciativa con fuerte oposición de Venezuela.
Al presidente boliviano Evo Morales y al canciller cubano Bruno Rodríguez les hubiera gustado que Trump estuviera presente.
Morales dijo que el imperialismo usaba ahora el alegato de corrupción para desaparecer de la política a líderes como el brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, actualmente encarcelado, como lo hizo en el pasado con los argumentos de comunismo, terrorismo y narcotráfico.
En una segunda intervención motivada por las declaraciones de Pence sobre Cuba y Venezuela, Rodríguez defendió el régimen socialista de su país y al propio Maduro afirmando que estaba equivocado. Pero, mientras lo hacía vio que Pence y toda la delegación estadounidense abandonaba la sala para no seguir oyéndolo.
Aquello de equivocado era cierto, pero no necesariamente en las áreas mencionadas por Rodríguez.
En dos intervenciones públicas con declaraciones escritas, Pence cometió errores. En la primera, su oficina dijo que se entrevistaría con el presidente Kuczinsky, cuando Perú ya tenía otro presidente hace tres semanas.
Luego declaró que cuando visitó Colombia el año pasado vio en la frontera con Venezuela cómo los venezolanos hacían cola desde temprano en la madrugada para comprar un pan. Pence no estuvo en la frontera sino en Cartagena, a centenares de kilómetros de distancia de Venezuela.