???Comités de defensa??? resisten el control español de Cataluña
BARCELONA (AP) No hay que pagar por la admisión ni hacer acto de presencia, no hay líderes formales ni oficinas. La asistencia a reuniones semanales es opcional.
Activistas de barrio se están agrupando en comités de defensa y desempeñan un prominente papel en el movimiento independentista de Cataluña desde que la conducción política fue encarcelada o huyó del país.
Desde que España reprimió un referendo secesionista que no había sido autorizado en octubre, cientos de Comités de Defensa de la República libran una campaña que busca perturbar la economía, bloqueando carreteras y tomando temporalmente cabina de peaje en abierto desafío al gobierno español.
Si bien estos militantes dicen que no son violentos, España tiene otra visión de ellos. Una mujer fue detenida esta semana bajo sospecha de terrorismo, mientras que otras seis personas fueron arrestadas por alterar el orden público en protestas a favor de la independencia en enero.
Los comités de defensa incluyen personas de todas las edades y posición social. Josep, un economista de 56 años que no quiso dar su nombre por temor a ser arrestado, participó en una asamblea del comité de defensa de su barrio por primera vez esta semana. Dijo que ya pertenecía a dos organizaciones de la sociedad civil que promueven la independencia de Cataluña, pero quería hacer algo más.
Las buenas intenciones, las manifestaciones pacíficas y los moños amarillos no han sido suficientes, expresó, aludiendo a las cintas que muchos elementos independentistas lucen en apoyo de los líderes catalanes detenidos, que consideran presos políticos.
Los comités de defensa fueron creados el año pasado en 60 ciudades y pueblos de Cataluña. Inicialmente se los llamó Comités de Defensa del Referendo y su principal objetivo era proteger los centros de votación donde se llevó a cabo el referendo prohibido el 1ro de octubre.
Hoy dicen que hay unos 300 comités, muchos de los cuales tienen logos propios y páginas en las plataformas sociales, que usan para convocar gente a sus protestas.
Algunos comités rurales cuentan con apenas cuatro personas, mientras que otros en Barcelona llevan 200 a sus asambleas.
Las protestas toman distintas formas.
Una organizada la semana pasada por el comité de defensa de Figueres parecía una película de horror. Decenas de personas con máscaras blancas mantuvieron un absoluto silencio durante media hora en una plaza para pedir la liberación de los separatistas detenidos.
El sábado en Barcelona otros grupos organizaron una vigilia de 24 horas en la que más de 200 personas se turnaron para caminar en círculo alrededor de una antigua penitenciaría.
En medio de las tensiones, algunos comités realizan acciones más impactantes, como bloquear carreteras y estaciones de trenes.
Si no afectas la economía, nadie te va a escuchar, dijo una mujer de 55 años del comité de defensa del barrio barcelonés de Eixample. Tampoco quiso dar su nombre por temor a ser detenida.
La mujer arrestada el martes fue investigada inicialmente bajo sospecha de rebelión y terrorismo, pero finalmente se la acusó solo de alterar el orden público y se la liberó, aunque se le prohibió salir del país. Se sospecha que es una de las líderes del movimiento, algo que los activistas niegan, afirmando que no tienen líderes.
El diario El País publicó lo que dice es un mensaje de audio de la mujer en el que describe planes para una huelga de trabajadores que nunca se produjo. La voz de la grabación habla en términos vagos de paralizar el puerto de Barcelona, afectar las comunicaciones y bloquear estaciones de trenes, pero sin violencia.
El gobierno español considera esas medidas como actos de sabotaje contra el estado. El ministro del interior Juan Ignacio Zoido dijo que los comités son células organizadas capaces de causar daños, disturbios y de alterar la normalidad.
De todos modos, algunos expertos en cuestiones de seguridad dicen que esos episodios no deben ser equiparados al terrorismo.
Podríamos debatir hasta cierto punto si estas acciones pueden ser consideradas violentas. No violencia física, pero alguna forma de violencia, expresó Sonia Andolz, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Barcelona. Pero para que sean consideradas terrorismo, deberían ser parte de una organización política que quiere causar terror en la población civil, acotó, recordando que la historia española está llena de atentados terroristas de separatistas vascos y más recientemente de extremistas islámicos.
En una investigación separada, seis hombres que se cree integraban el comité fueron detenidos el martes por la policía catalana, que responde a Madrid bajo el decreto de emergencia que rige desde que los líderes separatistas declararon la independencia de Cataluña el año pasado. Fueron liberados tras ser interrogados y están acusados de alteración del orden público por su participación en tensas protestas frente al parlamento catalán en enero.
Cientos de personas salieron a la calle para condenar los arrestos en Barcelona el martes, mostrando carteles que decían Soy CDR, en alusión a los comités.
Mariano Álvarez, un madrileño de 61 años que vive en Barcelona desde 1984, dijo que si las autoridades españolas tratan de intimidar a la gente como él que se manifiesta en la calle, puede conseguir el resultado contrario.
No pueden arrestarnos a todos, señaló.