Abuelas Plaza de Mayo piden mantener presos a represores
BUENOS AIRES (AP) Las Abuelas de Plaza de Mayo y sus nietos recuperados tienen miedo.
La reciente difusión de un listado elaborado por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) con más de 1.000 presos en condiciones de acceder a la libertad condicional o prisión domiciliaria _entre los cuales hay más de un centenar de condenados o procesados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar (1976-1983)_ ha puesto en alerta a sobrevivientes y familiares de sus víctimas.
Esta sensación de indefensión que padecen nietas y nietos restituidos se reitera cada vez que quienes cometieron el delito de apropiarlos, secuestrarlos y asesinar a sus padres cuentan con el beneficio de volver a sus casas sin haber completado sus condenas en la cárcel, advirtieron las Abuelas en un comunicado publicado el lunes. Los controles de las prisiones domiciliarias son casi nulos y, en muchos casos, estos criminales ya han violado ese beneficio en otras oportunidades.
La inclusión en este listado por sí sola no implicaría que los presos mencionados sean automáticamente beneficiados con la libertad o la prisión domiciliaria, ya que esto es protestad de la justicia. Sin embargo, Abuelas consideró preocupante que desde el mismo Servicio Penitenciario Federal se sugiera a la justicia otorgar ese privilegio para criminales de lesa humanidad.
La nómina incluye a emblemáticos represores que participaron del secuestro, torturas y desaparición de miles de disidentes durante el régimen. También ex militares condenados por el robo y adopción ilegal de niños nacidos durante el cautiverio de sus madres embarazadas en centros clandestinos de detención.
El ex marino Jorge Tigre Acosta, uno de los jefes navales responsables de la Escuela de Mecánica de la Armada, principal centro de tortura, detención y además maternidad clandestina durante la dictadura; el ex policía Julián Simón y el ex capellán Christian Von Wernich aparecen en la lista del Servicio Penitenciario Federal difundida la semana pasada.
"Desde el martes tengo miedo, no estoy tranquilo, dijo a la prensa Guillermo Pérez Roisinblit, nieto restituido en 2000, en referencia a la posibilidad de que su apropiador, el ex agente de inteligencia de la Fuerza Aérea Francisco Gómez, sea beneficiario con la prisión domiciliaria.
Imaginen qué puede estar pensando este criminal que, cuando se enteró que vendría a Abuelas me amenazó de muerte, agregó Pérez Roisinblit, quien testificó contra su apropiador en el juicio que terminó con su condena a 12 años de prisión.
El Servicio Penitenciario Federal, dependiente del Ministerio de Justicia, aclaró que la lista fue elevada al Poder Judicial en el marco del seguimiento que éste hace del sistema carcelario, afectado por una sobrepoblación de reclusos.
Esta sugerencia de enviar a los genocidas a sus casas nada tiene que ver con el intento de resolver la problemática de superpoblación carcelaria, según las Abuelas de Plaza de Mayo. Por el contrario, refleja los retrocesos en materia de Memoria, Verdad y Justicia impartidos desde el gobierno nacional, concluyeron.