Surcorea: Charlas no significan menos sanciones a Pyongyang
SEL (AP) El presidente surcoreano Moon Jae-in desestimó el miércoles las preocupaciones de que la reanudación del diálogo intercoreano sea acompañada por un alivio de las sanciones internacionales y las presiones a Corea del Norte por su programa nuclear y de misiles.
Moon hizo el comentario durante una reunión con líderes de partidos políticos, un día después de que Corea del Sur anunció un acuerdo con su vecina del norte para realizar una rara cumbre en abril.
Altos funcionarios surcoreanos que se reunieron con el líder norcoreano Kim Jong Un en Pyongyang el lunes dijeron también que Corea del Norte expresó su disposición a conversar con Estados Unidos sobre desnuclearización y normalización de los lazos.
Líderes opositores conservadores expresaron preocupación durante la reunión el miércoles en Seúl de que Corea del Norte pudiera usar las conversaciones solo para reducir las presiones mundiales y cuestionaron además si Pyongyang está genuinamente interesado en abandonar sus armas nucleares.
"Las sanciones y presiones a Corea del Norte no son mantenidas solamente por Corea del Sur, son sanciones basadas en resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y existen también las fuertes sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos", dijo Moon. Añadió que las presiones sobre Pyongyang solamente pueden ser reducidas por "un progreso substancial" de la desnuclearización.
"Esas gestiones internacionales (para presionar a Corea del Norte) no pueden ser aflojadas por el diálogo intercoreano. No buscamos que suceda eso y además es imposible", añadió.
El director de seguridad nacional de la presidencia, Chung Eui-yong, que encabezó la delegación surcoreana a la reunión con Kim, va a viajar a Estados Unidos el jueves para informarles a funcionarios estadounidenses sobre los resultados de las conversaciones con Corea del Norte. Chung dijo a reporteros el martes que recibió un mensaje de Corea del Norte para Estados Unidos, pero no reveló el contenido.
Japón ha reaccionado con cautela al anuncio surcoreano de una cumbre, diciendo que no ha cambiado la política de Tokio de mantener presión máxima sobre Pyongyang.
