México: aparentes explosivos localizados en ferry de Cozumel
PLAYA DEL CARMEN, México (AP) Menos de dos semanas después de la explosión que tuvo lugar en un ferry que conecta Playa del Carmen y la isla de Cozumel, dos de los principales enclaves turísticos del Caribe mexicano, las autoridades hallaron lo que parecían ser artefactos explosivos sin detonar en otro trasbordador de la misma ruta y compañía.
El fiscal de Quintana Roo, Miguel Angel Pech Cen, dijo en entrevistas con los medios locales que la embarcación se encontraba a 500 metros de muelle de Cozumel y no estaba en servicio. Un buzo de la compañía fue el que localizó el artefacto y posteriormente elementos de la Marina lo sacaron y lo entregaron a la Secretaría de Defensa para que lo analizara.
El hallazgo afianza la hipótesis de que fue un objeto similar --y no un fallo mecánico como sugirieron en un principio las autoridades-- el que causó la explosión del 21 de febrero en el ferry de la misma empresa que hirió a 19 mexicanos y al menos cinco estadounidenses.
La embajada de Estados Unidos en México emitió un comunicado en el que prohíbe a sus empleados viajar en embarcaciones de esa ruta, uno de los destinos turísticos más populares de México, hasta nuevo aviso.
Las autoridades de México y de los Estados Unidos continúan investigando, agrega.
Pech Cen sostuvo que los turistas no corrieron peligro porque el buque estaba fuera de servicio y anclado lejos del muelle y recordó que la Secretaría de la Defensa tiene todavía que emitir un pronunciamiento sobre la naturaleza del objeto encontrado.
La Secretaria de Turismo del estado indicó en un comunicado que el ferry estaba fuera de servicio comercial desde hacía más de diez meses. Añadió que autoridades estatales investigan el caso y que a fin de brindar mayor certeza [a] las audiencias internacionales, se ha aceptado la colaboración de agencias internacionales como el FBI.
Con los recientes hallazgos se fortalecen algunas líneas de investigación, entre ellas, que los incidentes están exclusivamente relacionados con situaciones internas e inherentes a la línea naviera afectada, la cual ya no presta servicio comercial, continúa la nota.
Yo diría que el efecto a la población turística es un efecto colateral no deseado de algo que probablemente tenga como móvil otra cosa, indicó por su parte el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete.
Aparte de algún tiroteo aislado el año pasado que generó cierta alarma y aunque los homicidios en este estado también crecieron en 2017, los lugares turísticos de la costa del Caribe --origen de una gran cantidad de ingresos para el país-- apenas se han visto afectados por la violencia que afecta otros lugares.
La empresa operadora de las embarcaciones, Barcos Caribe, suspendió sus operaciones por orden gubernamental el pasado 25 de febrero, cuatro días después de la explosión aunque la compañía aseguraba tener todos los permisos en regla.
La prensa local informó que el propietario de dicha empresa es el padre de Roberto Borge, un exgobernador de Quintana Roo preso bajo cargos de corrupción.
Un empleado de Barcos Caribe dijo el viernes que los transbordadores no estaban operando por el momento, pero se negó a responder acerca de los vínculos con la familia Borge.
Fotos del supuesto artefacto publicadas en la prensa local mostraban lo que parecía ser un trozo de tubo de PVC sujeto al fondo de un bote.
Los barcos de la ruta Playa del Carmen-Cozumel continuaban funcionando con normalidad el viernes y no se observaba ningún despliegue policial especial ni parecía haber temor entre los turistas.
Creo que el gobierno de México probablemente estará haciendo un buen trabajo (...) y asegurándose de que nada de eso vuelva a pasar, dijo Jack Bushman, un turista de Nueva York que no se había enterado del incidente ni tampoco de la alerta de su embajada hasta que el periodista le preguntó.
Quieren que todos nosotros estemos seguros y viajemos, quieren que vengamos a hacer turismo aquí, sentenció.
Pese a que México es un país con altos niveles de violencia, son muy escasos los ataques indiscriminados y masivos del crimen organizado contra la población civil. En 2008, lanzaron granadas al zócalo de Morelia (Michoacán) en plena Fiesta de la Independencia --ocho murieron y un centenar quedaron heridos-- y en 2011 rociaron con gasolina un casino de Monterrey y lo prendieron fuego, dejando 52 muertos.