Tras destruir infraestructura, Israel busca reconstruir Gaza
CIUDAD DE GAZA, Franja de Gaza (AP) Hace cuatro años Israel destruyó buena parte de la infraestructura de Gaza durante una feroz campaña de 50 días contra la organización Hamas. Ahora, temerosa de un desastre humanitario a la vuelta de la esquina, está tratando de conseguir ayuda internacional para varios proyectos de desarrollo.
Y Catar ha surgido como un inesperado aliado, aportando fondos y exhortando a otras naciones a que hagan lo mismo.
No está claro, sin embargo, hasta qué punto la comunidad internacional está dispuesta a colaborar.
Los donantes afirman que, si bien ha habido algunos progresos en la reconstrucción desde la guerra del 2014, la burocracia israelí y las medidas de seguridad frenan todo. El bloqueo israelí de Gaza, por otro lado, complica las perspectivas de desarrollar su economía.
Israel se da cuenta de la creciente crisis humanitaria que se avecina en Gaza y de su impacto en la población, dijo el Banco Mundial, que ayuda en los esfuerzos internacionales con miras a la reconstrucción. Los donantes se sentirán más proclives a invertir si se dan las condiciones indicadas para facilitar un crecimiento sustentable.
La situación de Gaza, una delgada faja de tierra entre Israel y Egipto, se ha deteriorado desde que Hamas asumió su control en el 2007.
Israel y Egipto dispusieron un bloqueo en un esfuerzo por debilitar a Hamas, y los israelíes y Hamas libraron tres guerras desde entonces. El líder palestino Mahmoud Abbas, que quiere recuperar el control de Gaza, aumentó la presión sobre Hamas al rebajar los sueldos de los empleados públicos y limitar el suministro de electricidad.
La última guerra, la del 2014, fue particularmente devastadora. Se destruyeron casi 20.000 viviendas y otras 150.000 resultaron dañadas, según las Naciones Unidas. También hubo destrozos en hospitales, escuelas y otra infraestructura.
Después de la guerra, donantes internacionales se reunieron en El Cairo y se comprometieron a aportar 3.500 millones de dólares para la reconstrucción. Pero solo se entregó el 53% de ese dinero, de acuerdo con el Banco Mundial, y la economía de Gaza está hecha añicos. Hay un desempleo del 40%, no hay agua potable y la mayor parte del día no hay luz.
El deterioro se refleja en los pozos que hay en las calles, en jóvenes que pierden el tiempo en las aceras, vendedores que se entretienen con sus teléfonos ante la falta de clientes y en el olor del alcantarillado que desemboca en el Mediterráneo.
Israel culpa a Hamas, que promueve la destrucción del estado judío, por los males de Gaza. Dice que no le queda otra opción que mantener el bloqueo, que restringe las importaciones y exportaciones, porque esa organización insiste en promover ataques a Israel.
No obstante, la perspectiva de que un desastre humanitario derive en violencia hace que Israel empiece a suavizar un poco su política, como recomiendan funcionarios internacionales.
Ya estamos más allá de una crisis humanitaria, estamos al borde de un derrumbe total del sistema en Gaza, de un colapso pleno de la economía y de los servicios sociales, acompañado por el correspondiente impacto político, humanitario y en el tema de la seguridad, declaró el enviado de las Naciones Unidas al Medio Oriente Nickolay Mladenov.
Israel y la comunidad internacional, sin embargo, tienen distintas perspectivas.
Los israelíes convocaron a fines de enero a una reunión de emergencia de donantes para financiar un tendido eléctrico, una línea de gas natural, una planta de desalinización, una zona industrial y una planta de tratamiento de aguas residuales, según un documento al que tuvo acceso la Associated Press.
El director del comité de reconstrucción de Gaza de Catar Mohammed Al-Emadi exhortó inesperadamente a otras naciones a apoyar la iniciativa.
Tenemos que financiarla lo antes posible, declaró a la AP. Si quieres trabajar en Gaza, debes hacerlo a través de los israelíes.
Catar, junto con Estados Unidos y la Unión Europea, ha sido uno de los principales donantes el Mecanismo de Reconstrucción de Gaza, una iniciativa surgida después de la guerra del 2014 para reconstruir el territorio evitando contactos con Hamas.
Según el arreglo, la Autoridad Palestina dirige el proyecto, el aparato de seguridad israelí lo aprueba y las Naciones Unidas vigila la entrega de materiales para asegurarse de que no le llegan a Hamas.
Estados Unidos exhortó a renovar los esfuerzos con miras a la reconstrucción de Gaza.
Pero otros donantes no parecen tan seguros y se muestran reticentes a hacer más aportes mientras no haya reconciliación entre los palestinos, el gobierno de Donald Trump no logre reanudar las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos, y se mantenga el bloqueo de Gaza que ya lleva 11 años. La reducción de los aportes de Estados Unidos al organismo de las Naciones Unidas que ayuda a la población de Gaza complica los esfuerzos.
Funcionarios de las Naciones Unidas y del Banco Mundial dicen que el mecanismo de reconstrucción funciona bien en proyectos de rutina, pero que la burocracia israelí y un largo proceso de aprobación por parte del aparato de seguridad israelí generan demoras de hasta seis meses.
Rebhi Sheikh-Khalil, subdirector de obras sanitarias de la Autoridad Palestina, dijo que la primera fase de la construcción de una planta de desalinización que debió tomar un año se extendió tres porque Israel se toma demasiado tiempo para aprobar todo.
___
El reportero de la Associated Press Fares Akram colaboró en este despacho desde la Ciudad de Gaza.