¿Respuesta de la Casa Blanca desalienta denuncias de abusos?
WASHINGTON (AP) Cuando Jennifer Willoughby y Colbie Holderness dieron la cara y relataron los abusos físicos, verbales y emocionales que sufrieron a manos de su ex marido, un alto funcionario de la Casa Blanca, el presidente Donald Trump habló bellezas del hombre al que ellas estaban acusando de violencia doméstica.
Rob Porter hizo un gran trabajo mientras estuvo en la Casa Blanca. Le deseamos una gran carrera, expresó Trump el viernes, acotando que el imputado rechaza terminantemente las acusaciones.
Al día siguiente, publicó un tuit en el que dijo que hay vidas que están siendo arruinadas y destruidas por una mera denuncia.
La renuncia de Porter fue dada a conocer el miércoles, horas después de que se publicase una foto de Holderness con un ojo morado, supuestamente por una golpiza de Porter, el secretario de personal de la Casa Blanca dijo que las denuncias de sus ex esposas eran escandalosas y sencillamente falsas.
El jefe de personal John Kelly había defendido a Porter el martes, describiéndolo como un hombre de verdadera integridad y honor... un amigo, confidente y profesional confiable. Circulan versiones de que el consejero de la Casa Blanca Don McGahn había sido informado acerca de las acusaciones contra Porter al menos en cuatro ocasiones.
La respuesta de la Casa Blanca ilustra los obstáculos que enfrentan muchas mujeres para denunciar los abusos de que son víctimas. El primero y principal: ¿Quién les va a creer?
Los ilustra tan claramente que incluso hoy, en el 2018, mucha gente reacciona a este tipo de denuncias dando por sentado que la mujer miente o señalando que, en esencia, el comportamiento de un hombre hacia una mujer no le incumbe a nadie, es irrelevante, expresó Emily Martin, consejera general del Centro Nacional de Legislación sobre las Mujeres. Hace pensar que lo que realmente debe preocuparnos es qué impacto tendrán estas denuncias en el acusado.
Meses antes de que Willoughby hablase con periodistas e identificase a Porter por su nombre, había publicado un blog explicando el miedo y la ansiedad que sentía sobre la disolución de su matrimonio y su decisión de denunciar públicamente los abusos que dijo sufrió a manos de un hombre poderoso, querido y respetado.
Todo el mundo lo adora. La gente me decía lo afortunada que era. Gente extraña me felicitaba cada vez que salíamos. Pero en casa, el abuso era malévolo. Las amenazas eran personales. El terror era real. Y sin embargo seguí con él, escribió. Cuando quise buscar ayuda, me aconsejaron que analizase cuidadosamente el impacto que lo que dijese podía tener en su carrera. Y mantuve la boca cerrada y seguí con él.
En una entrevista en el programa Anderson Cooper 360 de CNN, Willoughby dijo que a menudo se le pregunta cómo fue que siguió en una relación con Porter si era un monstruo.
La realidad es que no es un monstruo, señaló. Es un hombre inteligente, gentil, caballero, cariñoso, profesional. Y también alguien muy atribulado, irritable y violento. No creo que esas cosas se excluyan mutuamente.
Martin expresó que las víctimas de abusos y violencia doméstica a menudo lo piensan mucho antes de hacer denuncias o de romper la relación, sin importar lo tóxica que esta sea, porque temen que nadie las vaya a creer, sobre todo cuando el equilibro de poder entre la víctima y el victimario es desigual.
Esa dinámica hace que muchas mujeres sencillamente no quieren considerar la posibilidad de que él esté incurriendo en actos de violencia, y cuando la gente no está dispuesta a asumir eso, lo más fácil es no creerle a la mujer que hace estas denuncias, sostuvo Martin.
Tanto Holderness como Willoughby relataron cómo los abusos de Porter les hicieron perder la confianza y de cómo las manipuló psicológicamente, haciendo que se sintiesen indefensas. En una entrevista con NBC, Willoughby dijo que ni siquiera se dio cuenta que estaba en una relación abusiva hasta que había pasado un año.
Debby Tucker, presidenta de la junta directiva del Centro Nacional de Violencia Doméstica y Sexual, dijo que las mujeres tienen muchas más probabilidades de ser acusadas de inventar historias que los hombres y que ese viejo prejuicio hace que se muestran reticentes a contar sus historias.
El sistema de valores de la sociedad apoya la idea de que las mujeres son vengativas, rencorosas y que mienten para sacar ventaja en temas como la custodia y otros asuntos, manifestó.
El propio Trump alguna vez se ufanó de que toqueteaba a las mujeres sin su consentimiento, pero rechazó denuncias de más de una docena de mujeres que dijeron que se propasó con ellas, asegurando que era víctima de una campaña de desprestigio.
La Casa Blanca, por otro lado, ha mostrado una actitud ambivalente hacia las denuncias de maltrato de mujeres: Steve Bannon fue durante un tiempo el principal estratega de Trump a pesar de que en 1996 había sido acusado de violencia doméstica. Y cuando el director de su campaña presidencial Corey Lewandowski fue arrestado y acusado de agredir a una periodista, Trump preguntó: ¿Cómo sabe usted que esos magullones no estaban allí de antes?.
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El periodista de la Associated Press David Crary colaboró en este despacho.