Uruguay ayudará un año más a refugiados de Guantánamo
MONTEVIDEO (AP) El gobierno uruguayo decidió extender por un año más la ayuda económica que reciben seis exprisioneros de Guantánamo que llegaron al país en 2014 en calidad de refugiados, dijo a The Associated Press Christian Mirza, el funcionario encargado de atender el caso.
Los seis exprisioneros recibirán hasta enero de 2019 un salario mínimo nacional, equivalente a unos 450 dólares, y se les pagará el alquiler de una vivienda. Si lo necesitan, también recibirán ayuda económica que les permita capacitarse laboralmente, mejorar su dominio del idioma español y recurrir a ayuda psicológica, agregó Mirza.
Estaba previsto que la ayuda económica que reciben del gobierno cesara en enero de 2018, pero la mala situación laboral de casi todo el contingente llevó a prolongar por un año más el auxilio.
Mirza relató que dos de los seis refugiados trabajan en un estacionamiento de automóviles, en un empleo poco calificado y de bajo salario. Otro da clases de inglés y árabe en forma esporádica y un tercero intenta llevar adelante un emprendimiento de venta de comida árabe. Los otros no tienen trabajo.
Uno de ellos hizo un curso para aprender a manejar una retroexcavadora y lo aprobó, pero no consigue empleo. Tampoco el más capacitado de todos, que tiene aprobado un curso de comercio exterior y un excelente inglés. El estigma de Guantánamo es un muro muy difícil de levantar, afirmó Mirza.
El funcionario agregó que solo resta que el canciller Rodolfo Nin Novoa firme la extensión de la ayuda, pero que ésta ya le fue confirmada oficialmente.
Mirza sostuvo que el gobierno deberá jugar un rol más activo en ayudar a la inserción laboral de los refugiados, aunque descarta que se les ofrezcan empleos públicos.
Los seis exprisioneros de Guantánamo -cuatro sirios, un tunecino y un palestino- llegaron a Uruguay en diciembre de 2014 en un gesto que el entonces presidente José Mujica definió como un acto de humanismo.
Estados Unidos ha usado su base en Cuba desde enero de 2002 para retener a sospechosos de tener vínculos con Al Qaeda y el Talibán, cuyos casos nunca fueron juzgados.