Más control fronterizo en Colombia por éxodo de venezolanos
BOGOTÁ (AP) Colombia reforzará el control de su porosa frontera con Venezuela mientras miles de migrantes venezolanos huyen de la crisis política y económica hacia el país vecino.
En una visita a una ciudad fronteriza en el epicentro de la creciente crisis migratoria en Colombia, el presidente Juan Manuel Santos anunció el jueves nuevas medidas que podrían dificultarles a los inmigrantes venezolanos ingresar ilegalmente al país o permanecer sin un estatus oficial.
Colombia nunca ha vivido una situación como estamos viviendo hoy, dijo el mandatario.
La migración hacia Colombia ha ido en aumento después de que el presidente venezolano Nicolás Maduro adoptó medidas para consolidarse en el país y la economía nacional se desploma. Las autoridades migratorias colombianas estiman que actualmente hay 600.000 venezolanos en el país, el doble que hace seis meses. Asociaciones de exiliados venezolanos y algunos funcionarios de la ciudad fronteriza creen que la cifra es incluso mayor.
El flujo migratorio sin precedentes ha tensado la situación en Colombia en un momento delicado de su historia. El país apenas sale de un conflicto armado de cinco décadas después de que en 2016 se firmara un acuerdo de paz con rebeldes de izquierda. Muchos de los venezolanos que llegan al país lo hacen de manera ilegal y requieren de atención médica.
Esto es una tragedia. Por eso quiero repetirle al presidente Maduro: Estos son los resultados de sus políticas, declaró Santos.
Se desplegarán más de 2.000 soldados para controlar los cientos de caminos rurales que cruzan la frontera, conocidos como trochas, que se encuentran a lo largo de los 2.200 kilómetros (1.730 millas) de límites entre Colombia y Venezuela. Además, una nueva unidad de patrulla migratoria resguardará espacios públicos en los que se congregan los venezolanos, brindarán orientación y controlarán males, como la prostitución, que se ha incrementado con el flujo de migrantes.
Las autoridades migratorias ya no emitirán permisos de cruce temporal, mismos que ya se otorgaron a 1,5 millones de venezolanos para permitirles visitas cortas para comprar alimentos y medicinas. Se requerirá que todos los venezolanos en el país se presenten ante las autoridades y se inscriban en un registro.
Santos dijo que Colombia quiere mantener su solidaridad con los venezolanos necesitados, y que en el futuro cercano abrirá un centro migratorio con la capacidad de proporcionar ayuda a alrededor de 2.000 personas. Pero también destacó que la migración desde Venezuela hacia Colombia necesita llevarse a cabo de manera segura y legal.
Venezuela fue muy generosa con Colombia cuando los colombianos quisimos irnos a buscar una mejor vida, dijo el presidente en referencia a la huida de más de un millón de colombianos hacia Venezuela hace varias décadas, cuando el país estaba sumido en un conflicto armado. Nosotros también tenemos que ser generosos con Venezuela.
En los últimos meses, Colombia ha tomado medidas para proporcionar un estatus legal especial a algunos de los migrantes venezolanos, pero solo a aquellos que ingresaron con un pasaporte sellado. Sin embargo, las autoridades creen que más de la mitad de los venezolanos están ingresando de manera ilegal al país. Conseguir una cita para obtener o renovar el pasaporte venezolano puede tomar meses. El año pasado, el gobierno aprobó un decreto que permitió que los pasaportes venezolanos vencidos permanecieran vigentes por dos años más debido al desabasto de papel y tinta.
Jozef Merkx, representante en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dijo que la política que se asumió respecto a los pasaportes es una solución limitada.
La mayoría de los venezolanos no cuentan con ningún tipo de estatus registrado, declaró.
Los cerca de 300.000 venezolanos que están ilegalmente en el país cuentan con pocos medios para obtener un estatus oficial que les permita trabajar. Como resultado, muchos se han encontrado durmiendo en terminales de autobuses o vendiendo frutas en las calles a cambio de unos pocos dólares para enviar a sus familiares en Venezuela.
En ciudades como Cúcuta, en donde Santos estuvo el jueves, la situación es particularmente grave. Eduardo Espinel, líder de un grupo llamado Venezolanos en Cúcuta, dijo que los migrantes que llegan ahí generalmente son los que tienen menos recursos para huir, debido a que llegar a Chile puede costar hasta 1.000 dólares por solo 4 que toma llegar a Cúcuta, destacó. Muchos llegan después de gastar todo su dinero en el trayecto.
Es un éxodo masivo, indicó Espinel. Va a aumentar cada día más.
Entre los 600.000 migrantes que estiman las autoridades colombianas no se incluye a los venezolanos con doble nacionalidad, ni sus hijos nacidos en Venezuela. Una gran porción de esta población, que excede el millón de habitantes, ha vuelto a Colombia en los últimos años. Aunque los hijos de colombianos nacidos en Venezuela califican para obtener la ciudadanía, el proceso es costoso. Activistas comunitarios afirman que el trámite requiere documentos de Venezuela que pueden ser difíciles o imposibles de obtener.
El éxodo se resiente particularmente en el sistema de salud de Colombia, que brinda atención a los venezolanos sin importar su estatus. Dentro de Venezuela, el desabasto de alimentos ha provocado un incremento en las tasas de desnutrición y, ante la escasez de recursos, los hospitales venezolanos cada día son menos capaces de atender incluso padecimientos menores. Muchos de los migrantes venezolanos llegan con la necesidad de recibir tratamiento para condiciones crónicas como cáncer y diabetes. El año pasado Colombia brindó servicios de salud de emergencia a casi 25.000 venezolanos.
Maduro ha negado en repetidas ocasiones que su país enfrente una crisis humanitaria y se ha negado a permitir el ingreso de ayuda.
Santos llamó a su par venezolano a reconsiderar su postura.
La mejor forma de solucionar este problema por lo menos en el corto plazo es permitir la ayuda humanitaria, dijo Santos. Para que la gente no tenga que venir a Colombia o a Brasil o a tantos países donde están migrando simplemente para buscar cómo vivir, cómo alimentarse o cómo curarse de alguna enfermedad.