Nacionalista alemán se convierte al islam
POTSDAM, Alemania (AP) Arthur Wagner ha sido muchas cosas en su vida: niño en la Unión Soviética, inmigrante en Alemania, cristiano devoto, alcohólico, camionero y miembro dedicado del partido nacionalista Alternativa para Alemania. El mes pasado, Wagner sorprendió a sus correligionarios al anunciar que se había convertido al islam.
La noticia sorprendió porque el partido mantiene una dura oposición al islam, diciendo que esa religión no tiene cabida en Alemania.
Wagner, que ahora se llama Ahmad, no está de acuerdo, pero no quiere dejar el partido.
"Siempre seré fiel a la AfD, les dijo a reporteros el miércoles por la noche, refiriéndose al partido por sus siglas.
La mayoría de los musulmanes están preocupados por el ascenso de AfD, que fue tercero en las elecciones nacionales del año pasado tras hacer campaña intensamente contra el islam y la inmigración. Aiman Mazyek, director del Consejo Central de Musulmanes, ha acusado al partido de albergar a racistas y personas que odian el islam entre sus filas.
La semana pasada, el líder de AfD en el estado de Turingia, Bjoern Hoecke, fue captado en cámara diciéndoles a partidarios que cuando el partido asuma el poder se asegurará de que las tres M del islam _ el profeta Mahoma, los llamados a oración de los muezzin y los minaretes _ paran en el Bósforo.
"No sé qué ha estado fumando, dijo Wagner de Hoecke.
Wagner, de 48 años y que hasta hace poco había mantenido un perfil relativamente modesto como miembro de la junta de AfD en el estado de Brandemburgo, dijo que en lugar de trazar líneas de batalla quiere tender puentes.
Hablando en Postdam, la capital del estado, Wagner negó conjeturas de que está tramando un truco de imagen.
"Lo estoy haciendo en serio, dijo. Pienso que mi tarea es crear un consenso entre el islam alemán y los conservadores alemanes.
A la pregunta de por qué se convirtió al islam, Wagner responde vagamente y menciona años de interés alimentado por una visita a Ufa, un centro de teología islámica en Rusia.
Wagner ha dicho además que se sintió alienado de la iglesia protestante alemana por su respaldo a los desfiles de orgullo gay. Eso me enfureció, le dijo al diario berlinés Tagesspiegel. Había niños presentes. No está bien que niños vean esas cosas.
No estaba claro de inmediato cómo reaccionaría el partido a los esfuerzos de Wagner de atraer a musulmanes, su creencia de que el siglo XXI es el siglo del islam y su plan de entrenar como imam en Rusia.