Productores agrarios de Uruguay realizan vigilia de protesta
ESTACIN PEDRERA, Uruguay (AP) En Estación Pedrera solo hay un puñado de casas en un cruce de caminos, nada que llame la atención de los miles de automovilistas que transitan la ruta 11 en verano al ir o volver del popular balneario de Atlántida. Sin embargo, en la tarde del miércoles era imposible no aminorar la marcha ante más de treinta tractores, cosechadoras, camiones y camionetas alineados a la vera de la carretera, con banderas de Uruguay y carteles que reclamaban una baja en las tarifas y en el gasto estatal.
La misma escena se repitió en decenas de otros lugares del país. Miles de productores rurales se concentraron en más de 200 puntos prefijados para iniciar una vigilia que se prolongará hasta el jueves, con el fin de reclamarle al gobierno que atienda sus reclamos.
Esta vigilia no es de agradecimiento, bajen los costos y déjennos trabajar eran algunas de las frases que aparecían en los carteles colgados de los tractores.
Los automovilistas aminoraban la marcha, muchos hacían sonar sus bocinas en señal de apoyo y unos pocos insultaban o gritaban consignas contra el movimiento.
El gobierno tiene que darnos algo: bajar el precio del combustible o de la electricidad. Nosotros trabajamos cada vez más y nuestro margen es cada vez menor, dijo a The Associated Press Martín Giménez, uno de los productores reunidos en Estación Pedrera. Giménez cría ovejas en un establecimiento cercano, en un paraje llamado Cerro Mosquitos.
A su lado, Daniel Suárez, dueño de un tambo en la vecina localidad de Tapia, agregó: En Uruguay todo es muy caro y ya no hay margen para seguir produciendo. Los establecimientos se mantienen a costa de perder capital y las explotaciones cada vez tienen menos cabezas de ganado, dijo.
La vigilia es el segundo gran acto de protesta de miles productores rurales que se han reunido a través de grupos de Whatsapp para protestar por el excesivo gasto estatal, el déficit fiscal y el alto precio del combustible y de las tarifas eléctricas que, según sostienen, están ahogando al sector.
También se quejan de la baja cotización del dólar.
El 23 de enero, miles de productores se reunieron en la ciudad de Durazno, en el centro del país, para leer una proclama que resumía sus reclamos: Un Estado insaciable aborta cualquier posibilidad de competir en igualdad de condiciones con los mercados vecinos.
El precio del combustible y de la energía eléctrica en Uruguay son más altos que en Argentina, Brasil y Chile.
El lunes, el presidente Tabaré Vázquez anunció varias medidas para atender los reclamos. Informó de una devolución de impuestos a las compras de gasoil durante un año para los productores lecheros, arroceros y de frutas y hortalizas que no paguen impuesto a la renta agropecuaria. También estableció una rebaja del 15% en el precio de la electricidad que regirá hasta marzo para los productores lecheros y arroceros que utilicen sistemas de riego.
Sin embargo, las medidas fueron rechazadas por los productores autoconvocados. Queremos soluciones para todos los productores no solo para algunos sectores, dijo Giménez.
Suárez, que es productor lechero y es alcanzado por algunos de los beneficios anunciados por el presidente Vázquez, afirmó que su influencia es casi nula. Son cosas mínimas que de ninguna manera alcanzan para cambiar algo.
La protesta rural ha encendido el debate político y se ha transformado en uno de los principales temas en la prensa y las redes sociales. Los productores, a pesar de que dicen que su movimiento es apolítico, han cosechado el apoyo de muchos dirigentes de la oposición.
En cambio, la militancia de la coalición izquierdista gobernante Frente Amplio ha cerrado filas en apoyo al gobierno y en contra de las protestas.
Según los productores, en la última década desaparecieron en el país 12.000 empresas agropecuarias, de las cuales 11.000 eran pequeñas.
Uruguay es un país agropecuario. La carne vacuna fue en 2017 el principal producto de exportación y la soja el tercero. Entre ellas se ubica la pasta de celulosa, un sector que se ha expandido en los últimos años con inversiones internacionales estimuladas con beneficios fiscales.