México: sindicatos denuncian acuerdos sindicales pro-empresa
CIUDAD DE MÉXICO (AP) Dos importantes federaciones sindicales, una estadounidense y otra mexicana, al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), han puesto una denuncia contra las leyes mexicanas que permiten que las compañías firmen convenios colectivos con sindicatos afines a la empresa antes incluso de que abran una planta en el país.
La Federación Americana del Trabajo y el Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO por sus siglas en inglés) y la mexicana Unión Nacional de Trabajadores presentaron el jueves la denuncia ante la oficina administrativa estadounidense de cooperación laboral del TLCAN (NAALC por sus siglas en inglés).
Este departamento se creó gracias a los acuerdos secundarios del Tratado pero se le acusa de tener poco poder.
El corazón del problema son los contratos de protección, convenios colectivos firmados entre la empresa y el sindicato dominante sin la participación o incluso sin el conocimiento de los trabajadores, dice la demanda. En algunos casos, los convenios colectivos son firmados incluso antes de que una compañía contrate a su primer trabajador.
Los trabajadores mexicanos se han quejado de los convenios suscritos por automotrices como BMW o Audi años antes de tener plantas en el país y que han permitido a las compañías pagar a sus empleados salarios muy bajos, de hasta 1,40 dólares la hora.
En el caso de Audi, la empresa aparentemente contrato a 20 personas, incluidos supuestos líderes sindicales --que en realidad defendían los intereses de la compañía-- y firmaron un convenio colectivo en 2014, cuando se especificaban los bajos salarios. Cuando la planta abrió en 2016, los más de 5.000 trabajadores contratados no pudieron decir ni una palabra sobre lo negociado por sus supuestos líderes.
La denuncia indica que este tipo de contratos son el motivo de que las enormes disparidades de salarios entre México y Estados Unidos no hayan cambiado desde que el TLCAN fue ratificado hace 24 años.
Aunque México aprobó una ley que teóricamente garantiza el voto secreto de los trabajadores en las elecciones sindicales, el partido en el gobierno ha propuesto una legislación secundaria que prácticamente elimina ese requisito y permite que los sindicatos oficialistas y afines a las empresas tengan un poder excesivo.