Filipinas se prepara para larga emergencia por volcán
LEGAZPI, Filipinas (AP) Un volcán en erupción en Filipinas arrojó lava y columnas de ceniza al menos cuatro veces el miércoles, mientras aumentaba a 74.000 el número de desplazados, haciendo que las autoridades se prepararen para una emergencia humanitaria que temen que dure meses.
El Monte Mayón ha estado en actividad desde hace más de una semana, arrojando lava y cenizas a una distancia de hasta 3 kilómetros del cráter, mostrando escenas pintorescas pero cada vez más peligrosas. No ha habido reportes de víctimas y las agencias del orden han tratado de impedir que aldeanos y turistas ingresen a zonas de peligro.
Los flujos piroclásticos _ gas y residuos volcánicos supercalientes que pueden calcinar todo a su paso_ alcanzaron 5 kilómetros (3 millas) del cráter en cierta zona, dijo el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas.
"Es una pesadilla logística", dijo el director regional de la defensa civil Claudio Yucot acerca de las gestiones del gobierno para atender al creciente número de evacuados en al menos 66 albergues de emergencia en nueve ciudades y pueblos en la nororiental provincia de Albay, donde está el Mayón.
Teniendo en cuenta las erupciones previas del Mayón, la actividad del volcán pudiera durar entre dos y cuatro meses y las autoridades provinciales y nacionales están dando pasos para aliviar el impacto en escuelas, salud pública y seguridad y sustento, dijeron funcionarios.
Se establecerán centros temporales de enseñanza en decenas de escuelas convertidas en centros de evacuación, para permitir que continúen las clases. Los animales de granja serán llevados a áreas más cercanas a sus dueños en campos de evacuación para impedir más pérdidas de sustento, dijo Yucot.
Las autoridades están pasando trabajos para impedir que los aldeanos vayan a zonas en peligro para examinar sus viviendas y granjas. Un funcionario recomendó que se corten los suministros de agua y electricidad en comunidades dentro de la zona de peligro alrededor del Mayón, para desalentar el regreso de residentes.
Aunque el volcán ha hecho erupción unas 50 veces en los últimos 500 años, algunas veces violentamente, sigue siendo popular entre alpinistas y turistas.
En 2013, una erupción de cenizas mató a cinco alpinistas que se acercaron a la cima pese a las advertencias de las autoridades. Su erupción más destructiva, en 1814, mató a más de 1.200 personas y sepultó el pueblo de Cagsawa.