Se incendia iglesia en Chile; investigan posible ataque
LA PAZ (AP) La Iglesia de la Virgen de la Candelaria en la localidad sureña de Calafquén, Chile fue consumida por un incendio la madrugada de este sábado. Las autoridades investigan si fue provocado por un ataque como los otros 12 que ocurrieron en días recientes de cara a la visita del papa Francisco a la nación andina.
Imágenes televisivas difundidas durante el día mostraron las cenizas de lo que fue la iglesia, ubicada cerca del lago Calafquén, unos 500 kilómetros al sur de Santiago. Detrás del templo se encuentra una misión católica de la Congregación de Hermanas Carmelitas Misioneras. No se reportaron víctimas.
"Aún no podemos confirmar si fue provocado... La hipótesis que tenemos es la acción de terceros, ya que la iglesia no tendría sistema eléctrico conectado, la luz estaba cortada", informó el comandante de Bomberos de la región Rodolfo Zúñiga, a radio Bio Bio.
Otras cuatro iglesias fueron atacadas antes de la visita del papa con bombas incendiarias y en otras dos se descubrieron los bidones de combustible antes de que estallaran. Mientras el pontífice estuvo de visita en Chile entre lunes y jueves, otros templos más fueron atacados. El papa se encuentra actualmente en Perú y el domingo concluirá su gira por Sudamérica para volver a Roma.
En Chile con frecuencia se incendian parroquias católicas y templos evangélicos en zonas apartadas de la región de La Araucania, unos 700 kilómetros al sur de la capital. Algunos ataques se han atribuido a indígenas mapuches, que reclaman la devolución de las tierras de sus ancestros al Estado.
Las protestas previas a la visita papal también obedecen al descontento generado tras acusaciones de abuso sexual clerical a menores en Chile.
Uno de los escándalos ocurrió tras darse a conocer una carta del papa fechada el 31 de marzo de 2015 a la que accedió The Associated Press y hace unos días reveló que el pontífice estaba al tanto de las repercusiones negativas que tendría la designación del obispo Juan Barros en la diócesis de Osorno, al sur del país. Barros fue discípulo del cura Fernando Karadima, el mayor pedófilo conocido en la iglesia chilena, que fue castigado por la moderna inquisición a una vida de oración, mientras es cuidado por un grupo de religiosas.