Abre nueva embajada de EEUU en Londres criticada por Trump
LONDRES (AP) La nueva embajada estadounidense en Londres, criticada por el presidente Donald Trump como demasiado cara y mal ubicada, abrió el martes al público por primera vez.
El resplandeciente edificio en la zona de Nine Elms, en el sur de Londres, reemplaza al que estuvo durante décadas en Grosvenor Square. Ese edificio fue vendido a un fondo de inversiones catarí que desea convertirlo en un hotel de lujo.
El nuevo edificio es casi el doble del tamaño del anterior y es la embajada más costosa jamás construida por Estados Unidos. El proyecto se inició bajo la presidencia de George W. Bush en 2008.
Las autoridades estadounidenses aseguran que habría costado cientos de millones de dólares remozar el edificio antiguo y hacer que cumpliera con las normas de seguridad modernas.
La semana pasada Trump tuiteó que no asistiría a la inauguración de la nueva sede diplomática porque a su parecer era una mala inversión.
"La razón por la que cancelé mi viaje a Londres es que no me gusta el hecho de que el gobierno de Obama vendió por migajas lo que era quizás la embajada mejor ubicada de Londres, para construir una nueva en una ubicación peor y a $1.200 millones. Mal negocio. Querían que yo fuera a cortar la cinta. ¡No!", tuiteó el mandatario, sin precisar que en realidad el proyecto se inició bajo George W. Bush.
Trump planea visitar Gran Bretaña a pesar de numerosas voces en contra, particularmente de sectores opuestos a sus políticas migratorias y de cambio climático. Se anticipa que habrá muchas protestas durante su visita.
El alcalde de Londres Sadiq Khan, a quien Trump ha criticado con frecuencia, dijo que Trump parece haber "recibido el mensaje" de que los londinenses consideran sus políticas equivocadas e intolerantes.
Sigue en pie una invitación a Trump para una visita de Estado a Gran Bretaña, en que la reina Isabel II sería la anfitriona, pero no se ha fijado fecha. La invitación fue hecha casi un año, durante los primeros días de Trump en su cargo.
Las autoridades estadounidenses aseguran que la nueva embajada costó 1.000 millones de dólares y que el dinero provino totalmente de la venta de otras propiedades estadounidenses en Londres.