Turquía anuncia ataque contra enclave kurdo en Siria
ESTAMBUL (AP) El presidente de Turquía anunció el domingo una ofensiva militar sobre un enclave kurdo en el norte de Siria en los próximos días e hizo un llamado a Estados Unidos a apoyar a Ankara.
La operación contra el enclave de Afrin pretende purgar el terrorismo de la frontera sur de su país, según afirmó el presidente, Recep Tayyip Erdogan.
Afrin está controlado por una milicia kurda conocida como el YPG, que Turquía considera un grupo terrorista vinculado al proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y una extensión de la insurgencia kurda en su región sureste.
Rojhat Roj, portavoz del YPG en Afrin, dijo que los combates estallaron después de la medianoche entre su unidad y tropas turcas cerca de la frontera con Turquía. Añadió que el cañoneo de las zonas dentro del distrito Afrin, en la provincia de Alepo, mató a un combatiente del YPG y a dos civiles el domingo.
Turquía y sus aliados, incluyendo a Estados Unidos, consideran al PKK una organización terrorista. Pero Estados Unidos ha estado armando a algunos de los kurdos en Siria a fin de combatir en ese país al grupo que se hace llamar Estado Islámico, un punto de discrepancia entre Estados Unidos y Turquía.
El presidente turco dijo que a pesar de todo desea cooperar con Estados Unidos en la región y espera que no apoyará al YPG en el operativo inminente.
"Esperamos que (Estados Unidos) apoye a Turquía en sus gestiones legítimas para combatir el terrorismo, dijo Erdogan.
La nueva operación será una ampliación de la incursión turca de 2016 en el norte de Siria, que pretendía combatir al grupo extremista Estado Islámico y frenar el avance de las fuerzas kurdas con apoyo estadounidense. Hay tropas turcas posicionadas en territorio controlado por los rebeldes a ambos lados de Afrin.
Roj dijo que la milicia kurda luchará para defender nuestros avances, nuestro territorio". Un líder kurdo, Hediye Yusuf, escribió en Twitter que el operativo turco en Afrin es una violación de la soberanía siria y perjudica las gestiones por hallar una solución pacífica al conflicto en Siria.
El conflicto entre Turquía y los kurdos ha matado a por lo menos 40.000 desde 1984 y la reanudación de las hostilidades en julio mató a más de 3.300 personas, incluyendo efectivos de seguridad, rebeldes y civiles.