Disturbios en Pakistán tras el asesinato de una niña
LAHORE, Pakistán (AP) Una turba enfurecida por la reciente violación y asesinato de una niña de ocho años atacó el miércoles una comisaría y un edificio gubernamental cercano en la provincia oriental de Punjab, Pakistán, desencadenando enfrentamientos en los que murieron al menos dos personas y varias resultaron heridas, según la policía.
La violencia estalló en la ciudad de Kasur horas después del funeral de Zainab Ansari, cuyo caso ha indignado a la población.
La niña desapareció la semana pasada cuando iba a una casa cercana para estudiar el Corán. Sus padres estaban en un peregrinaje a Arabia Saudí en ese momento.
El cuerpo de Ansari apareció el martes en un contenedor de basura, indicó el oficial de policía Imran Nawaz. Había sido secuestrada, violada y asesinada, según la policía.
Activistas en medios sociales han criticado al gobierno por no detener a ningún sospechoso del crimen.
Durante el ataque del miércoles a la comisaría y los enfrentamientos posteriores, la televisora local mostró imágenes de la policía intentando dispersar a una multitud que lanzaba piedras con disparos al aire y hacia la gente. En uno de los videos se veía a un policía pedir a otro que hiciera fuego directo, después de lo cual se veía al segundo agente disparando de forma continuada hacia la muchedumbre.
Dos personas murieron en los choques, según el jefe de policía en Kasur, Zulfiqar Hameed, que declinó aclarar si habían muerto por disparos de la policía. Las autoridades intentaban contener la violencia y localizar y detener a los implicados en el asesinato de la niña, según el responsable de justicia de la provincia, Rana Sanaullah.
Los tenderos de Kasur cerraron sus comercios el miércoles en protesta por el asesinato.
El polémico clérigo Tahir-ul-Qadri, que participó en el servicio funerario de Ansari, exigió que el gobierno local fuera sustituido, afirmando que no tiene derecho a permanecer en el poder tras el asesinato de Zainab Ansari, y dio de plazo a Sanaullah y al ministro jefe de la provincia hasta el 17 de enero para dimitir y evitar protestas callejeras.
Qadri es un agrio rival del partido gobernante, la Liga Musulmana de Pakistán. Ha liderado marchas violentas en la capital, Islamabad, después de que ocho de sus partidarios murieran en 2014 en marchas contrarias al gobierno en Lahore, la capital de la provincia de Punjab.
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Los periodistas de Associated Press Zarar Khan y Munir Ahmed en Islamabad contribuyeron a este despacho.