Renovado fervor religioso en Gaza busca llenar mezquitas
CIUDAD DE GAZA (AP) En las últimas semanas, los residentes de Gaza han estado siendo despertados en medio de la noche por una bulliciosa mezcla de frases del Corán, imploraciones islámicas y plegarias difundidas mediante altoparlantes frente a sus casas.
La Campaña Gran Fajr es una iniciativa de activistas religiosos, muchos de ellos allegados al movimiento Hamas, que procuran propagar el mensaje del Islam en una sociedad ya de por sí conservadora. Y no todo el mundo está contento con esta campaña.
La campaña Fajr (Amanecer) dio lugar a un intenso debate acerca de si está bien imponer la religión a las masas. Un importante académico dice que molestar a la gente va contra el Islam.
Los musulmanes rezan cinco veces al día y los activistas dicen que solo desean asegurarse de que la gente asiste a la primera misa, que es la más importante, en la mezquita de su barrio.
La campaña empezó en algunos barrios de la ciudad y se expandió a todos los sectores de la Franja de Gaza.
Los impulsores de la iniciativa, mayormente miembros de mezquitas que responden el Ministerio de Asuntos Religiosos, el cual es controlado por Hamas, dicen que quieren ver las mezquitas llenas en la primera plegaria diaria y también en los rezos del mediodía del viernes, el momento más importante de la semana islámica.
Ahmed Hammad, voluntario del barrio de Tel al-Hawa, en la Ciudad de Gaza, dijo que la campaña está dando resultados y que se ve más gente en su mezquita.
Antes había una fila, o media, de fieles. Ahora hay tres, manifestó.
La campaña se produce en un momento delicado para Gaza, en el que cunde el desaliento de sus 2 millones de habitantes después de una década de bloqueo egipcio-israelí, al que se sumaron hace poco nuevas restricciones impuestas por la Autoridad Palestina de Cisjordania.
Hamas, una organización islámica que busca la destrucción de Israel, arrebató el control de Gaza a la Autoridad Palestina en el 2007, después de ganar unas elecciones legislativas el año previo.
Si bien ha ofrecido dejar el poder, las conversaciones reconciliatorias con el líder palestino Mohammad Abbas se han estancado y la situación económica de Gaza continúa deteriorándose. En medio de tantas dificultades, la población de Gaza se ha tornado más conservadora y religiosa.
Las plegarias de Fajr son importantes para levantar la moral y el espíritu, afirmó Abu Aziz al-Waheidi, que supervisa la campaña en 22 mezquitas de Tal al-Hawa.
Ismail Haniyeh, el líder supremo de Hamas, apoya la iniciativa, que empezó el mes pasado, poco después de que el presidente Donald Trump decidiese trasladar la embajada estadounidense en Israel a Jerusalén. La medida causó profundo malestar entre los palestinos, que planean instalar la capital de un futuro estado palestino en Jerusalén. El sector oriental de Jerusalén incluye uno de los sitios más sagrados del judaísmo y el tercer sitio más sagrado del islam.
Al principio los residentes se sorprendieron por la bulla a tempranas horas de la madrugada. Pero decenas de mezquitas se sumaron a la campaña.
Esta es la palabra de Dios. Son gente que alienta a hacer el bien y a rezar, expresó Saed al-Shurafa, de 63 años, en la mezquita.
Sin embargo, ha surgido una oposición a estas tácticas, que incluyen el uso de poderosos altoparlantes montados en automóviles.
Saed Abu Hasera, otro vecino de la zona, dijo que es bueno alentar a la gente a rezar. Agregó que los sonidos grabados por un activista le parecen una forma hermosa de empezar el día, pero que a veces los activistas se pasan de la raya.
El ruido despierta a los niños y genera confusión, señaló.
Abdel-Bari Khela, influyente académico islámico, destacó la importancia de las plegarias y de ir a la mezquita al amanecer. Pero agregó que molestar a la gente va en contra de los dictados del islam.
Acotó que el islam dispone dos llamadas a rezar diarias, conocidas como azans, hechas por las mezquitas.
Reemplazarlas con métodos ilegales como tambores, música y sonidos fuertes que hacen bulla es ilegal. Molesta a la gente, es algo prohibido, manifestó.
A la salida de la mezquita Abu Honayfa de Tel al-Hawa una mañana reciente, cuando todavía estaba oscuro, Hamad y varios otros jóvenes se dividieron en dos grupos que llevaban altoparlantes. Caminaron por calles y callejones, y Ahmed exhortó a la gente a levantarse usando un micrófono, mientras sonaban plegarias en el altoparlante.
El sonido no es muy alto, ni bajo. Es bastante suave, como puede ver, declaró Hamad. Salimos media hora o un cuarto de hora antes del azán. ¿Cómo puede resultar molesto eso?.