EEUU: Un detenido, acusado por trabajos forzados a migrantes
TOLEDO, Ohio, EE.UU. (AP) Las autoridades arrestaron en la frontera con México a un hombre acusado de obligar a jóvenes migrantes guatemaltecos a trabajar en una fábrica de huevos, informó el Departamento de Justicia.
Los jóvenes guatemaltecos eran retenidos prácticamente como esclavos, obligados a entregar casi todo lo que ganaban y a vivir en casuchas ruinosas sin calefacción y pocos alimentos hasta que fueron rescatados en el 2014, dijeron los investigadores.
Otras seis personas ya han sido condenadas en el caso, acusadas de atraer a los jóvenes con promesas de conseguirles buenas escuelas y empleos en Estados Unidos.
El Departamento de Justicia informó el miércoles que Pablo Durán Ramírez, de 49 años, fue arrestado el sábado por agentes de la frontera cuando intentaba ingresar a Estados Unidos desde México.
Durán Ramírez, ciudadano estadounidense, manejaba una empresa que conseguía obreros para limpiar gallineras, preparar gallinas y descargar cajas en la fábrica, según el expediente revelado la semana pasada.
Además fue cómplice en atraer a guatemaltecos jóvenes a la fábrica, ubicada en Ohio, cerca de Marion, entre el 2012 y el 2014, añade el prontuario.
La empresa Trillium Farms, que opera distintas granjas en todo Ohio que en total producen más de 2.000 millones de huevos al año, aseguró que no estaba al tanto de lo que ocurría en esa instalación. La compañía no está acusada.
Según los documentos, Trillium Farms le pagó unos 6 millones de dólares a Durán Ramírez y a otro individuo que no fue identificado.
Durán Ramírez deberá comparecer ante el juzgado federal en McAllen, Texas, el viernes. Su abogado declinó formular comentarios el jueves.
Según las acusaciones, la banda de traficantes amenazaba a los migrantes y a sus familias.
Aroldo Castillo-Serrano, un guatemalteco considerado uno de los cabecillas de la banda, obligaba a las familias a firmar documentos entregando sus propiedades a cambio de llevarlas a Estados Unidos, mientras otros migrantes eran sacados de centros de detención en la frontera, según los documentos. Fue sentenciado en el 2016 a más de 15 años de cárcel.
Uno de los jóvenes dijo, en una audiencia judicial en el 2016, que cuando se quejó por las condiciones laborales Castillo-Serrano amenazó con matar su padre.
La fiscalía determinó que había unas 35 víctimas en total y que la más joven era de 14 años de edad.