Napout y Marin culpables en caso FIFA; Burga espera
NUEVA YORK (AP) Un ex presidente de la Conmebol y el otrora mandamás del fútbol brasileño fueron hallados culpables de corrupción por un jurado en Estados Unidos, que continuará deliberando la próxima semana sobre los cargos contra el ex líder de la federación peruana.
El jurado deliberó durante una semana antes de anunciar un veredicto parcial el viernes.
El paraguayo Juan Angel Napout, líder de la Conmebol entre 2014-15, y el brasileño Jose Maria Marin, quien presidió la Confederación de su país, fueron declarados culpables del principal cargo que se les imputaba, complot para delincuencia organizada. Se les halló culpables también de culpables de complot para cometer fraude por medios electrónicos.
Los delitos se relacionaron con el otorgamiento de derechos para torneos importantes de la región, incluida la Copa América y la Libertadores.
Marin, líder de la confederación brasileña entre 2012-15, fue hallado culpable en seis de los siete cargos que enfrentaba por crimen organizado, conspiración para lavar activos y conspiración para cometer fraude electrónico. Fue exonerado de un cargo de conspiración para lavar activos. Napout, quien también presidió la federación paraguaya de 2007 a 2014, fue condenado en tres de los cinco cargos en su contra por crimen organizado y conspiración para cometer fraude electrónico, y exonerado por dos de conspiración para lavar activos.
El jurado no logró un consenso sobre el único cargo de delincuencia organizada que se imputa al peruano Manuel Burga.
La jueza federal de distrito Pamela Chen ordenó que sean encarcelados de inmediato Marin, de 85 años, y Napout, de 59, luego que los fiscales argumentaron que ambos tenían las relaciones y riquezas para huir de Estados Unidos y no ir a prisión. Tan sólo por el delito de delincuencia organizada, la condena podría ser superior a 10 años.
Tras anunciarse el veredicto, los abogados de Napout y Marin se dijeron decepcionados.
Continuaremos luchando para que se absuelva al señor Napout, advirtió su abogada Silvia Piñera.
Burga, de 60 años, sigue libre bajo fianza, y volvería a la corte el martes, cuando el jurado seguirá deliberando. Su abogado Bruce Udolf afirmó que su cliente confiaba en que el jurado lo declare inocente.
La FIFA afirmó que buscará una indemnización y parte del efectivo defraudado.
En un comunicado a The Associated Press, el organismo rector del fútbol mundial señaló que, una vez que el jurado ha encontrado a algunos acusados culpables de los crímenes de los que se les acusaba, la FIFA dará todos los pasos necesarios para buscar una compensación y para recuperar cualquier pérdida causada por esta conducta indebida.
Marin, Burga y Napout fueron detenidos en 2015. Los fiscales los acusaron de llegar a acuerdos para embolsarse millones de dólares en sobornos pagados por empresarios que buscaban hacerse de lucrativos derechos mediáticos o que querían influir en el otorgamiento de contratos para el Mundial y otros torneos relevantes controlados por la FIFA.
Los tres exdirigentes están entre las más de 40 personas y compañías relacionadas con el fútbol que fueron acusadas por el Departamento de Justicia estadounidense por participar en conspiraciones que involucran el pago de cientos de millones de dólares en sobornos. Muchos acusados se declararon culpables y cooperan con las autoridades.
El juicio terminó con algunos extraños pasajes: una acusación no probada de que Burga había amenazado a un testigo; la destitución de un jurado que se durmió durante un testimonio, la información surgida desde Buenos Aires, de que un abogado argentino se suicidó tres horas después de que se mencionó en el juicio que había aceptado sobornos, y la declaración sorpresiva en el estrado por parte de un exintegrante de los Jonas Brothers, un grupo pop de Estados Unidos.
El testigo estrella de la fiscalía, el exempresario deportivo Alejandro Burzaco, testificó que él y su empresa aceptaron pagar 160 millones de dólares en sobornos a través de los años, hasta su arresto en 2015. Parte de ese dinero fue para un funcionario de la FIFA a cambio de ayudar a conseguir votos para que Catar recibiera la sede del Mundial de 2022, declaró.
Han visto muchos documentos, algunos bastantes complicados, dijo el fiscal Sam Nitze durante los argumentos finales. Hay casos que tienen misterios que hay que resolver. Este no es uno de esos.
La fiscalía dijo que Napout recibió 10,5 millones de dólares en sobornos, Marin 6,6 millones y Burga 4,4 millones.
Sus defensas argumentaron que los tres fueron inculpados por Burzaco y otros testigos a cambio de recibir sentencias menores en sus propios casos. El abogado de Napout dijo al jurado que la fiscalía no presentó evidencia de transferencias bancarias o de depósitos extraordinarios para demostrar que había recibido grandes sumas de dinero.
Dicen que el dinero es el que manda, ¿pero a dónde fue a parar?, preguntó el abogado John Pappalardo. No pueden vincular un solo centavo con Juan.
Marin fue presentado como una figura sin poder por su abogado, quien dijo que el verdadero poder estaba en manos de Marco Polo del Nero, la persona que lo reemplazó como líder de la confederación brasileña. Del Nero está imputado en el caso en Estados Unidos, pero no ha sido extraditado por Brasil. La FIFA lo suspendió la semana pasada mientras es investigado por el comité de ética.
Burga, cuyo abogado presentó argumentos similares, se metió en aprietos al principio del juicio cuando la fiscalía lo acusó de intimidar a Burzaco al realizar un gesto con los dedos por el cuello. Su abogado dijo que solo se estaba rascando el cuello, pero la jueza Chen se lo tomó en serio y le impuso restricciones a su arresto domiciliario.
Un testigo describió un archivo en el que se anotaban los sobornos a Napout, incluyendo entradas para un concierto de Paul McCartney valoradas en más de 10.000 dólares.
Cuando la defensa puso en duda que el concierto se hubiese realizado, el gobierno citó a declarar al músico y actor Kevin Jonas, quien había estado en ese concierto como espectador.
Otro colaborador de la fiscalía, el empresario brasileño José Hawilla, aceptó utilizar un micrófono para que el FBI grabara conversaciones, que fueron escuchadas en el juicio. Una fue una conversación que tuvo con Marin en 2014, en la que según la fiscalía el dirigente negoció un soborno diciendo, ya es hora de que me toque algo, ¿no es así?.
Hawilla respondió: Por supuesto. Hay que darte el dinero.