Ex marine deportado a México regresa a EEUU
SAN DIEGO (AP) Un ex infante de Marina estadounidense que fue deportado a México hace 15 años tras ser declarado culpable de un delito menor regresó el jueves a Estados Unidos tras ganar una batalla jurídica para recuperar su residencia permanente.
Marco Chávez dijo que se sintió abrumado por la emoción al regresar a territorio estadounidense.
"No lo podía creer", dijo a reporteros reunidos frente a un McDonald's, a unos metros de la línea limítrofe. "Lo creo ahora que estoy acá.
Manifestó que será una Navidad inolvidable porque estará con su familia.
"Podré despertar el día de Navidad, abrazarlos y hacerles saber que estoy en casa, expresó Chávez.
Su padre, Antonio Chávez, estuvo a su lado y dijo a reporteros en español e inglés que estaba agradecido y feliz de tener de vuelta a su hijo.
El regreso suscita esperanzas entre cientos de otros veteranos estadounidenses que han sido deportados, dijo Nathan Fletcher, un veterano de la Infantería de Marina cuya organización abogó por la causa de Chávez.
Para nosotros que hemos servido a nuestro país y luchado por él, no podemos descansar hasta que todos hayan regresado, dijo Fletcher, entre los primeros en darle la bienvenida a Marco Chávez con un fuerte abrazo.
Fletcher, ex legislador del estado de California, fundó la Coalición Honorably Discharged/Dishonorably Deported (Dados de Baja con Honores, Deportados Deshonrosamente).
Estamos hoy aquí porque un grupo de personas dijo que, si estás dispuesto a morir por un país, ese país no te dejará atrás, ese país no permitirá que seas deportado, afirmó.
Hace unas semanas, a solicitud de la organización de Fletcher, el gobernador de California Jerry Brown indultó a Chávez de su sentencia de crueldad hacia los animales por golpear a un perro. Chávez responsabiliza a otra persona de ello.
Brown dijo que Chávez sirvió a nuestro país, recibió un indulto y se merece volver a casa.
Chávez era un bebé cuando sus padres lo trajeron a Estados Unidos. Ingresó a la Infantería de Marina a los 19 años y estuvo allí cuatro años en época de paz hasta que recibió una baja honorable.
Fue sentenciado a dos años de cárcel en un penal estatal por el caso del perro, pero salió antes por buen comportamiento. Sin embargo, un juez federal lo deportó en 2002 con base en esa declaración de culpabilidad.
Chávez, que tenía tres hijos pequeños, vivió en Tijuana. Dijo que tuvo que aprender español y hallar trabajo en un país que le era ajeno.
Su esposa mudó a la familia para estar con él, pero encontró muy difícil la vida en Tijuana, una ciudad norteña azotada por la violencia en la que las escuelas son deficientes y los empleos escasean. A la larga, ella se regresó a Estados Unidos y se estableció con sus hijos en Iowa luego de divorciarse de Chávez.
Chávez tiene ahora 45 años y sus hijos tienen entre 17 y 21 años. Lo visitaron por última vez en Tijuana en el 2013.
Sus padres, que viven en Los Ángeles, lo visitaban con regularidad. Chávez planea vivir con ellos mientras espera el remplazo de su tarjeta de residencia permanente. Entonces se mudará a Iowa y tratará de fortalecer las relaciones con sus hijos.
Entre los pocos artículos que se llevó a Estados Unidos estaba un carrito rojo en el que transportaba a sus hijos cuando vivían en Tijuana con él. Lo almacenó 15 años y espera mostrárselo a sus hijos y a los tres nietos que ahora tiene.
Además espera naturalizarse algún día.